Así es el plácido exilio de De Juana Chaos y otros etarras en la Venezuela de Maduro

El Tribunal de apelaciones tramitará el recurso contra la extradición de De Juana Chaos
El Tribunal de apelaciones tramitará el recurso contra la extradición de De Juana Chaos

El etarra José Ignacio de Juana Chaos, en busca y captura desde 2010 por un delito de enaltecimiento de terrorismo, disfruta de un plácido retiro en la Venezuela de Nicolás Maduro, pese a las dificultades y restricciones que afrontan la mayoría de los ciudadanos de ese país, al igual que al menos medio centenar de etarras, una veintena de ellos con causas pendientes.

De Juana Chaos, con 25 asesinatos a su espalda, por los que fue condenado a 3.129 años que quedaron reducidos por ley a 18, regenta junto a su esposa Irati desde principios de este año un pequeño local de venta de licores en la turística localidad de Chichiriviche, en el norte de Venezuela.

Tras huir de Irlanda, el terrorista se refugió en Venezuela, convencido de que era el mejor destino y seguro de la protección del régimen bolivariano y de la ayuda de muchos de los etarras que llevan décadas en el país.

Según informaba El Mundo en febrero de 2015, la primera ubicación conocida en Venezuela del etarra y su esposa fue una casa de la avenida General Nicolás Rolando de la ciudad de Nueva Barcelona, en el Estado de Anzoátegui.

En ese lugar, tuvieron a su hijo, Amets y allí pusieron en marcha en 2013 un negocio de restauración que llevaba por nombre Matalaz, el mismo que un comando de ETA que fue detenido en 1991 cuando se disponía a asesinar a un policía en Baracaldo.

Su estancia en Nueva Barcelona no fue del todo fructífera y los periodistas venezolanos empezaron a interesarse por el español, con un amplio expediente delictivo, que regentaba el pequeño local de comidas. Al final, el negocio cerró, aunque temporalmente.

Antena 3 consiguió captar al terrorista junto a su mujer y a su bebé, recién nacido, en un centro comercial de la ciudad de Nueva Barcelona.

Tras el fiasco de Nueva Barcelona, el etarra, que cumplirá en unos días 59 años, se trasladó a la tranquila localidad de Chichiriviche, en el estado de Falcón, que tiene apenas 20.00 habitantes. Allí reside uno de los etarras con más peso en venezuela, Xabier Arruti Imaz, propietario del Restaurante Txalupa y que fue, delegado del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en la localidad.

La agencia Efe consiguió conversar con el dueño del edificio en el que terrorista tiene su negocio dedicado a la venta de licor, según informaba el diario venezolano El Universal. Sus vecinos son conscientes del pasado de De Juana Chaos, que se ha integrado satisfactoriamente.

"Hace más o menos un mes que ese señor está en la licorería, pero yo no lo conozco porque el contrato lo hizo el otro español", decía el dueño del local, José Pereira, el pasado febrero. El propietario asegura que se enteró del pasado del etarra a través de los medios de comunicación. "Él no vivía aquí en Chichiriviche, él como que vino de otro lado para acá", comentó Pereira al referirse al exmiembro del Comando Madrid de ETA. 

La encargada de la tienda de ropa de playa ubicada frente a la venta de licores María Sequera confirmó la misma versión que el dueño del local, según recogía El Universal. "Que yo sepa ese señor es nuevo, que es español sí sé por su acento, pero desde que llegó lo hemos visto ahí trabajando", dijo Sequera, lo que también reafirmó Josefa Neuma, nativa de Chichiriviche y habitante de la casa que está frente a la venta de licores.

Los otros etarras en Venezuela

En el año 1989 llegaron a Caracas los primeros 11 etarras deportados desde España en virtud de los acuerdos firmados entre Felipe González, presidente de España, y Carlos Andrés Pérez, presidente de Venezuela.

Los terroristas se alojaron en el Hotel Miras de la capital, que fue tiroteado por unos desconocidos descontentos con la llegada de los terroristas. Un cuarto de siglo después, ya son cerca de medio centenar los etarras que viven Venezuela. Muchos han logrado la nacionalidad venezolana, mientras otros están desaparecidos y han borrado las huellas de su paso por el país. Una veintena tiene causas pendientes.

Algunos viven en la capital. Son los funcionarios, los que trabajan en ministerios públicos, principalmente en el de Agricultura y Tierras. Es el caso de María Asunción Arana Altuna, viuda de José Miguel Beñarán Ordeñana Argala, y de Arturo Cubillas Fontán. Otros han montado su propias empresas, muchas relacionadas con la hostelería, o trabajan para empresas constructoras y pesqueras.

El grupo más numeroso de estos etarras nacionalizados en Venezuela reside en la ciudad de Sucre, al noreste del país, o en Caracas. Sus Estados de destino son, principalmente, Falcón y Anzoátegui.

El último en ser ubicado en el país ha sido José Ignacio de Juana Chaos, que regenta un licorería en el Chichiriviche, una localidad del Estado de Falcón. Ninguno de los etarras ubicados en Venezuela tiene un perfil que pueda hacer sombra al duro De Juana Chaos, un líder nato, experto en fugas y capaz de desaparecer si fuese necesario, y que fue responsable de unos de los comandos más sanguinarios de ETA, el Comando Madrid.

Arturo Cubillas

El etarra, acusado de tres asesinatos en España en la década de los ochenta, ha sido reclamado por la Audiencia Nacional por ser el vínculo entre ETA y las FARC. Cubillas ha logrado una importante promoción dentro del Gobierno boliviariano y se ha convertido en un alto cargo en el Ministerio de Tierras. Durante los años 2013 y 2014, coincidiendo con el establecimiento de De Juana Chaos en el país, cogío cuatro meses de vacaciones, sin retribución. A mediados de 2014 volvió a su puesto en la Corporación Venezolana de Alimentos, una sociedad dependiente del Ministerio de Agricultura y Tierras, que gestiona la mayoría de las compañías y bienes expropiados por el régimen socialista boliviariano.

Esta mercantil agrupa a una treintena de sociedades nacionalizadas, entre ellas la española Agroisleña, que ahora se denomina Agropatria. La empresa Agroisleña se fundó en 1955 y pertenecía al empresario canario Enrique Fraga.

Según los documentos oficiales a los que ha tenido acceso La Información, Cubillas empezó a trabajar en la Corporación Venezolana de Alimentos el 1 de febrero de 2012, con una retribución muy superior incluso a la de su padrino el ex vicepresidente Elías Jaua. Sólo dos días antes de que el etarra ocupase su nuevo puesto, Jaua asumió todas las responsabilidades del Ministerio del Poder Popular para la Agricultura y Tierras.

Cubillas, cuyo cargo actual oculta la Gaceta Oficial de Venezuela –el equivalente al BOE en ese país— ha recibido en 2014, por 39 semanas de trabajo, 64.422 bolivares fuertes

Como responsable de seguridad del Instituto Nacional de Tierras (INTI), su anterior cargo, Cubillas se encargó personalmente de llevar a cabo expropiaciones que afectaron a terratenientes y empresas españolas. Así lo confirma diversa documentación en la que aparece la firma de Cubillas como mediador en conflictos agrícolas y en ocupaciones.

En julio de 2009, el cabecilla de los etarras presentes en Venezuela, según varios testigos, participó en nombre del Gobierno de Chávez y como máximo responsable de seguridad del INTI a nivel nacional en la reunión que puso fin a los tres días de manifestaciones de miles de trabajadores de las empresas Torondoy, Central Venezuela y Ganadera Santa María, opuestos a las más de 100 ocupaciones ilegales en fincas agrícolas.

El etarra empezó a trabajar oficialmente para el INTI en julio de 2008, fecha de su primera cotización, aunque a mediados de 2005 aparece en la Gaceta Oficial de Venezuela su nombramiento como director de la Oficina de Administración y Servicios del Ministerio de Tierras.

Su jubilación, gracias a su contrato indefinido, será en diciembre de 2024.

La carrera profesional de José Arturo Cubillas ha sufrido una trasformación meteórica estas dos últimas décadas gracias a Chávez. Desde que se asentó en Venezuela en el año 1989, ha desempeñado tareas tales como regentar su propio restaurante, el denominado Okers, cuyo nombre tomó del comando al que perteneció, pasando por la pescadería Deusto Mar hasta trabajar como contable en una constructora.

Aunque el punto de inflexión se produjo de la mano de su mujer, Goizeder Odriozola, tras el asentamiento del régimen populista de Chávez. Su esposa mantiene una intensa relación profesional y de amistad con el actual vicepresidente del Ejecutivo bolivariano Elías Jaua. A partir de 2005, Cubillas asumió los poderes como coordinador y responsable de seguridad del INTI, órgano responsable de las decenas de miles de expropiaciones sufridas por los españoles afincados en el país caribeño.

La nueva empresa de Cubillas engloba más de la mitad del sector agroalimentario venezolano, con el estigma de acaparar mercado gracias a las múltiples requisaciones ejecutadas por el INTI.

Xabier Arruti Imaz

Ha sido delegado chavista en Chichiriviche, ex director general de la alcaldía del municipio de Monseñor Iturriza en el Estado de Falcón y uno de los primeros etarras que recaló en Venezuela. Además, es propietario del restaurante playero Txalupay está vinculado Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

Al parecer Arruti, responsable del llamado Comité de Refugiados de Caracas, fue el encargado de recibir a De Juana Chaos en Chichiriviche. En la actualidad trabaja en la empresa pública Gas Comunal y por su labor recibió 129.699 bolivares fuertes en 2014, un sueldo elevado en Venezuela.

En un vídeo difundido por el colectivo Pakito Arriaran, un etarra que murió en los ochenta combatiendo junto a la guerrilla salvadoreña, muestra a Asun Arana, viuda del excabecilla de ETA Argala, vecina y amiga de Cubillas en Caracas, Xabier Arruti, quien podría tener también un papel protagonista en la cúpula de ETA en Venezuela, y Koldo Zurimendi.

María Asunción Arana Altuna

Es amiga íntima y vecina de Arturo Cubillas y de la mujer de éste, la periodista Goizeder Odriozola. Viuda de Argala, estuvo desterrada en Argelia en los años 80. Fue deportada por el Gobierno argelino a Venezuela el 28 de abril de 1989. Se encarga de dirigir y buscar alojamiento a los etarras refugiados en el país caribeño, según diversas policiales.

Forma parte de las agrupaciones de refugiados y deportados de ETA en Venezuela y mantiene relaciones con el colectivo etarra de relaciones internacionales Askapena. Trabaja como vicedirectora del Instituto Nacional de Tierras y tiene concedida la nacionalidad venezolana.

Arana reside en el distrito centro de Caracas, muy cerca de la casa de Arturo Cubillas y Odraizola, y comparte abogado con el terrorista. El 9 de agosto de 2004 el presidente Hugo Chávez le otorgó la nacionalidad venezolana a ella y a Arturo Cubillas.

Eugenio Barrutiabengoa Zabarte

Está acusado de diez asesinatos en España y se trasladó con su mujer a Venezuela. Ha trabajado en el INTI, un organismo dependiente del Ministerio de Agricultura y Tierras, según el testimonio del ex ministro de Información venezolano y ex embajador del ese país en la ONU, Diego Arria.

Barrutiabengoa estuvo empleado en una empresa de la localidad de Guatire, una ciudad de 200.000 habitantes en la costa venezolana. Ha trabajado también para Inversiones Mastegres CA -filial de una empresa radicada en Derio (Vizcaya)- como jefe de almacén.

El Tribunal Supremo ordenó a la Audiencia Nacional que reactivase los procesos de extradición iniciados en su momento contra este etarra y Jesús Ricardo Urteaga, ambos refugiados en Venezuela, al considerar que esas reclamaciones, a diferencia de los que sostiene la Audiencia, sí interrumpieron la prescripción de los delitos de los que se les acusa.

Jesús Ricardo Urteaga Repulles

Está acusado de cuatro crímenes. Ha trabajado para el Gobierno bolivariano, según Diego Arria. En este departamento también estuvo José Lorenzo Ayestarán, que cometió tres asesinatos y pudo ser detenido en 2010 tras viajar a Francia para reincorporarse a ETA. Sus primeros pasos en Venezuela le situaron en Maracay, al sur de Caracas.

Luis María Olalde Quintela

También ha ejercido responsabilidades en el INTI, según las declaraciones de Diego Arria. Luis María Olalde tiene un pasado sangriento y se le responsabiliza de cuatro asesinatos antes de exiliarse a Venezuela.

Martín San Sebastián Aguirre

Las mismas fuentes señalan que Martín San Sebastián también ha trabajado para el Instituto dependiente del Ministerio de Tierras. Es responsable de al menos dos asesinatos.

Pedro Viles Escobar y José Luis Esquisabel Urdangarin

Ambos se dedican desde el 2008 a la construcción y su empresa ha sido adjudicataria de importantes obras públicas, según informó RTVE. Viles, no tiene reclamaciones desde España y no se esconde, aunque se sospecha que no está del todo desvinculado de ETA. En la actualidad y desde 2010, Viles trabaja en una empresa denominada Sotera.

Juan Manuel Bereziartua Etxaniz

Es uno de los primeros nacionalizados. Está acusado de participar en cinco asesinatos, pero pasa sus días tranquilamente en su casa del monte Ávila en Caracas y ha regentado el restaurante 'Pakea' ('Paz' en euskera). RTVE informaba que él mismo se encarga de cocinar un menú vasco de 60 euros que degustan venezolanos de clase media y alta.

Ignacio Echeverría Landazábal

Se estableció en la localidad de San Diego, al oeste de Caracas, y ha trabajado en la factoría Aceros Laminados del municipio de Tinaquillo. Echeverría se retirará en 2017.

José Lorenzo Ayestarán Legorburu

Estuvo viviendo en Venezuela, pero el 28 de febrero de 2010 fue detenido en Francia. Ayestarán cometió tres crímenes y ha trabajado también en el Instituto Nacional de Tierras. Anteriormente ha vivido en Cumaná.

Miguel Ángel Aldana Barrena y Juan Carlos Arriarán Ibarra

Aldana Barrena se le atribuye la participación en una treintena de atentados con 18 asesinatos. Su exilio en Venezuela le ha permitido trabajar junto al etarra Juan Carlos Arriarán Ibarra en una empresa denominada Talleres Transa, en Cumaná. Desde el 4 de agosto de 1995 y hasta abril de 2009 el terrorista Aldana trabajó en un taller de reparación de atuneros.

Miguel Ángel Aldana empezó a cotizar el 6 de marzo de 1990 y se jubiló el 24 de abril de 2009. Actualmente percibe prestaciones sociales del Gobierno venezolano. Mientras, Arriarán dejó su último empleo, en la empresa pesquera Ann Mary a mediados de 2010 y el 18 de septiembre de 2014 se jubiló.

Ignacio José Echániz Oñatibia

Echániz, nacional de Venezuela, trabajó en la compañía Ann Mary, la misma empresa de Arrarán y se retiró definitivamente el 9 de septiembre del año pasado, casi en la misma fecha que su compañero.

Mostrar comentarios