Un español denuncia los abortos de terneros en un matadero de animales en Francia

  • "Todos los días, 50 veces por semana, matamos a vacas preñadas. Vemos pasar el útero hacia la basura. ¿Cómo se puede matar a los terneros? Esto es abominable", relató en Le Monde.

    Su denuncia ha sido documentada en un duro vídeo que narra el día a día en el matadero público de Limoges.

Un español denuncia atrocidades en un matadero de vacas en Francia
Un español denuncia atrocidades en un matadero de vacas en Francia
M.L.
M.L.

Un español ha iniciado una batalla contra la crueldad en los mataderos franceses, concretamente en el que él trabaja, el de la ciudad de Limoges. Se trata de Mauricio García-Pereira, de 49 años, y que lleva desde 2009 trabajando en el matadero. Allí, confiesa al diario Le Monde, vive a diario una gran cantidad de atrocidades que decidió denunciar.

"Todos los días, al menos, 50 veces por semana, matamos a vacas preñadas. Vemos pasar el útero hacia la basura. ¿Cómo se puede matar a los terneros? Esto es abominable", cuenta. De hecho, sus denuncias han sido recogidas por diferentes asociaciones de protección de animales y se han documentado en un vídeo en el que se cuenta el día a día en el matadero de Limoges.

El vídeo puede herir sensibilidades.

La asociación protectora de animales L214, de origen francés, ha denunciado lo que pasa en Limoges ante la Corte Suprema de Justicia del distrito, afirmando que incumplen la normativa europea porque sacrifican ovejas, vacas y cerdos "mientras aún están conscientes".

"Las infracciones y la crueldad en los mataderos franceses se siguen produciendo", denuncian.

Vacas preñadas son sacrificadas a sangre fría. Se tambalean sobre cadenas mientras se van desangrando y sus fetos son extraídos de sus úteros y arrojados a contenedores llenos de vísceras. Los cerdos son electrocutados varias veces mientras luchan desesperadamente contra la muerte.

"Todos los días, 50 veces por semana, matamos a vacas preñadas. Vemos pasar el útero hacia la basura". Esta frase llena de dolor e indignación, así como las prácticas usadas, bien vale también cuando la protagonizan bebés. Sus imágenes no son menos terribles. 

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