La esposa del expresidente de Nissan Carlos Ghosn negó hoy cualquier relación con una firma privada que compró un yate familiar con fondos desviados de Nissan y explicó por qué la pareja celebró gratis su fiesta de bodas en el Palacio de Versalles.
Carole Ghosn, de nacionalidad estadounidense y libanesa, ofreció estos detalles en una entrevista por videoconferencia desde Nueva York con el diario japonés Nikkei, en la que negó cualquier relación con los hechos que la fiscalía de Tokio atribuye a su marido.
Uno de los temas está vinculado con un yate privado que, según la fiscalía, fue pagado supuestamente con dinero enviado originalmente a una distribuidora de Omán y parte de esos fondos fueron desviados después para comprar un yate de lujo.
Según dijeron fuentes de la investigación a medios nipones, el comprador de ese yate fue la firma Beauty Yachts, con sede en las Islas Vírgenes Británicas y supuestamente presidida por la esposa de Carlos Ghosn, algo que ella niega.
"No tengo nada que ver con la compañía", afirmó. "Yo soy la responsable del bote. Lo decoré, pero ni siquiera sabía que había una compañía" detrás de la compra, agregó en la entrevista.
Carole Ghosn, sin embargo, no aclara en la entrevista si en algún momento preguntó quién compró el yate del que dice ser responsable, si en caso de que lo haya hecho cuál fue la respuesta y si averiguó con qué dinero se hizo el pago.
Carlos Ghosn tiene pendientes cuatro acusaciones ante la justicia nipona, dos de ellas por ocultar supuestamente a las autoridades compensaciones económicas pactadas con Nissan y otras dos por abuso de confianza agravado en perjuicio de la firma japonesa.
Estas dos últimas acusaciones incluyen presuntas irregularidades financieras de Ghosn para desviar dinero de Nissan para cubrir pérdidas financieras, viajes personales o la compra de bienes para uso familiar, de acuerdo con medios locales.
Carole Ghosn se encuentra viviendo en Nueva York con sus hijos porque el tribunal ha restringido los contactos con su marido, con quien sólo puede reunirse con autorización judicial. Ghosn está en libertad bajo fianza desde el pasado 25 de abril.
En la entrevista, Carole Ghosn también insiste en la versión de sus abogados de que desconocían cómo se cubrieron los gastos de la fiesta de bodas que celebraron en el Palacio de Versalles el 8 de octubre de 2016, cuando su esposo también era presidente de Renault.
El Palacio de Versalles no cobró a Ghosn el alquiler de las salas en las que se desarrolló la boda, con un coste calculado en 50.000 euros, sino que lo imputó al contrato de mecenazgo que tiene con Renault y que permitía a la firma usar durante horas esas salas.
"El error fue que nadie le dijo a Carlos: 'Oye, Versalles dedujo cinco horas de nuestro espacio; quizás deberíamos pagarlo'", explicó la esposa del exdirectivo de Nissan Motor, Renault y del también fabricante nipón de automotores Mitsubishi. "Nadie se lo dijo, él no lo sabía", insistió Carole Ghosn.
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