Desde octubre de 2016 hasta septiembre de 2017 se vendieron en Estados Unidos 41.930 millones de dólares en armas, lo mismo que ingresó Facebook en 2017. La industria armamentística del país vive uno de sus mejores momento (en 2017 las ventas aumentaron un 25%) debido a la escalada de conflictos en el mundo como a la política del presidente, Donald Trump, de fomentar la economía local. Además, las ventas se disparan tras matanzas como la de la semana pasada en Florida en la que murieron 17 personas.
Según los datos que maneja la Agencia de Tabaco, Alcohol y Armas de Fuego de EEUU (ATF), aproximadamente 90 millones de estadounidenses acumulan cerca de 270 millones de pistolas, escopetas y rifles de asalto. Las estadísticas afirman que el 47% de los hogares del país cuenta al menos con un arma, y los números siguen creciendo.
La compra de pistolas de fuego se disparó en 2008 con la llegada de Barack Obama a la presidencia del Gobierno. Solo tres años después, abrieron 1.167 nuevos establecimientos en el país y en la actualidad hay más de 50.000 comercios autorizados para la venta de pistolas, rifles e incluso ametralladoras en todo el país. Y la demanda de armas aumenta casi a diario: el FBI reconoció haber hecho 16,5 millones de revisiones de solicitud para la posesión de armas de fuego en 2012, un récord en la historia de los EEUU.
Durante la segunda legislatura de Obama, las ventas del fabricante estadounidense Ruger crecieron un 86%, a pesar de la crisis. Su rival, Smith & Wesson, se vio obligado a ampliar su plantilla para poder abastecer la creciente demanda.
Más asesinatos, más ventas
El volumen de negocio de los fabricantes de armas cortas no ha parado de crecer en los últimos años. Entre 2010 y 2012, se crearon 26.000 puestos de trabajo directos en los últimos con un salario medio por encima de los 44.000 dólares. El impacto del mercado de las pistolas en la economía estadounidense sigue creciendo año tras año.
Los asesinatos en masa como el ocurrido hace una semana en Florida aumentan la ventas de armas. Tras el asesinato en masa en un cine cuando iban a emitir la película de Batman, los días posteriores al incidente las ventas de armas crecieron un 43%.
Después de que un hombre armado con una pistola Glock matara a tres personas en un centro comercial de Arizona, las ventas de esa arma aumentaron en el estado un 60% en un solo día con respecto al mismo día del año anterior. Lo mismo ocurrió en Ohio (65%), California (16%) o Nueva York (33%).
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios