Italia se teme lo peor con el final de las ayudas del BCE antes de terminar el año

  • El ministro de Economía cree que están más expuestos que el resto de estados europeos porque ellos ya sufren un crecimiento débil.  
El nuevo presidente del Gobierno italiano, Giuseppe Conte (izq), conversa con su ministro de Economía, Giovanni Tria el 6 de junio de 2018. EFE/ Riccardo Antimian
El nuevo presidente del Gobierno italiano, Giuseppe Conte (izq), conversa con su ministro de Economía, Giovanni Tria el 6 de junio de 2018. EFE/ Riccardo Antimian

Los problemas se le acumulan a Italia en el regreso a la normalidad tras las vacaciones. Mientras que por un lado no deja dar síntomas de inestabilidad política que levantan todas las suspicacias en los mercados, por el otro admite que no podrá enfrentarse a solas con lo que se le viene encima en los próximos meses. Ahora, el ministro de Economía y Finanzas de Italia, Giovanni Tria, ha reconocido que el país sufrirá cuando el Banco Central Europeo (BCE) ponga fin al programa de compra de deuda, previsiblemente a finales de este año, porque el crecimiento es "menos fuerte" que en otros países europeos. "Italia sufrirá un contragolpe como los demás con la diferencia de que nosotros tenemos un crecimiento menos fuerte", dice Tria en una entrevista que ha publicado el domingo el diario italiano "La Repubblica".

Así y todo, el ministro rechaza que Italia pueda ser visto como el eslabón débil de la zona euro y asegura que el Gobierno, formado por el antisistema Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y la ultraderechista Liga, trabajará activamente para reducir la deuda pública, que supera actualmente el 130% del producto interior bruto (PIB). Tria intenta con esta segunda parte de sus declaraciones tranquilizar a los mercados, inquietos por las políticas económicas que aprobará el nuevo Ejecutivo en los próximos meses y pendientes de los presupuestos generales para 2019 que deberán ser presentados antes de octubre.

El pasado viernes, la prima de riesgo, que mide el diferencial entre el bono alemán a diez años y el italiano en el mismo período, cerró en los 291 puntos básicos, máximo anual, y la rentabilidad del bono a diez años se situó en el 3,236%, rozando el nivel de mayo de 2014. A ello se suma que la agencia de calificación crediticia Fitch ha confirmado la nota de solvencia para Italia en aprobado, BBB, pero ha rebajado la perspectiva de estable a negativa.

"Las reformas se realizarán en el marco de un equilibrio de las cuentas y cuando este esfuerzo se convierta en un hecho con el Documento de Economía y Finanzas (que se presentará en septiembre y que incluye los objetivos para el año en curso y para el próximo trienio) la prima de riesgo bajará", señala. "En el curso de los próximos meses, las turbulencias desaparecerán", insiste, al tiempo que garantiza que Italia no superará en 2019 el techo del 3% del déficit en relación al PIB, que establece el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) europeo para todos los países comunitarios.

Sus declaraciones se producen después de que miembros del Gobierno, como el vicepresidente y líder del M5S, Luigi Di Maio, y el vicesecretario y miembro de la Liga, Giancarlo Giorgetti, hayan sostenido que si es necesario se sobrepasará este límite para cumplir con las promesas que ambas formaciones hicieron a sus electores en campaña electoral. Aunque claro, el ministro que tiene que dar la cara ante las autoridades comunitarias es el que más moderado se presenta. 

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