LauraBaty,de 18 años,estaba sirviendoen el HotelBuckInnen Richmond, NorthYorkshire,cuando escuchóuna explosióny vio como una llama de fuegose aproximaba haciaella. Un cigarrillo electrónico, perteneciente a otra de las camareras del hotel, había explotado mientras se estaba cargando en un iPad.
"Estaba a punto de darle el cambio a alguien cuando oí la explosión. Entonces, empecé a gritar mientras mi brazo se quemaba", declaraba Laura Baty al diario 'Daily Mail'.
Laura, que ha trabajadoen el hoteldurante casi dos años,agregó: "Pensé que la caja de fusibleshabíavolado.Todo el mundoestaba sorprendido".
El cigarrillo electrónicopertenecía a Stewart Paterson, quien también trabajabaen el baren ese momento,yestaba tratando dejar de fumardesde el pasado diciembre.
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Tras conocer el suceso, Paterson aseguraba que puso el cigarrillo a cargar como lo había hechoen innumerables ocasiones.La bateríapertenecía a la compañía Totally Wicked E Liquid.
Un portavoz de la compañía señalaba a 'Daily Mail' que "ellosproporcionaninformación en la web y en loskits de compra de los cigarrilloselectrónicos instruccionesacerca de cómo cargar y cuidar la bateria de estos dispositivos".
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