¿Por qué el fin de ETA no puede ser igual que el de las FARC?

  • ETA ha pedido en su último comunicado realizado con motivo 'Gudari Eguna' un acuerdo de paz como el que acaban de suscribir las FARC.

    Las diferencias sobre la entrega de armas o el arrepentimiento de los terroristas hacen inequiparables estos procesos. 

¿Por qué el fin de ETA no puede ser igual que el de las FARC?
¿Por qué el fin de ETA no puede ser igual que el de las FARC?
B. Barón

ETA lo tiene claro: quiere un fin como el de las FARC. Así lo dejó claro ayer en un comunicado realizado con motivo 'Gudari Eguna' (Día del combatiente vasco).

Así, la banda terrorista censuró la actitud de Francia y España en cuanto al cumplimiento del pacto de Aiete --que, según sostiene, solo ha cumplido ETA-- y contrasta esta situación con el histórico acuerdo de paz firmado este mismo lunes por las FARC y el Gobierno de Colombia.

Sin embargo, equiparar el fin de ETA y el de las FARC,, según los expertos consultados por lainformacion.com, no es posible, dadas las diferencias entre ambos grupos terroristas. Estos son los principales puntos que hacen imposible un pacto similar:Pacto público vs negociaciones secretas

En primer lugar, el acuerdo de paz en Colombia ha sido público, en el que se han implicado terceros países y distintas personalidades. Además, los resultados alcanzados durante las conversaciones de La Habana han estado siempre al alcance de todos.

Por el contrario, el llamado proceso de paz en el País ha sido secreto, no hay un acuerdo marco en el que basar las condiciones del fin de la actividad terrorista ni la opinión pública ha podido saber con certeza cuáles han sido los pactos alcanzados.Colombia vota el acuerdo, los españoles se quedan al margen

Además, el proceso de paz colombiano debe ser aprobado por la mayoría de la ciudadanía. Según las encuestas, ganaría el 'sí', aunque hay una gran oposición, apoyada por Uribe y Pastrana, así como por otros grupos de guerrillas como el M-19.

Ni los españoles en su conjunto ni los vascos en particular han podido opinar sobre si se negociaba o no con ETA, así como sobre las concesiones que, desde hace tiempo, vienen realizando los distintos gobiernos.Timochenko pide perdón, Otegi sigue sin condenar a ETA

Desde que ETA decidiera dejar de matar, hace 5 años, no ha sido capaz de pedir perdón sinceramente por el daño causado. Otegi salió de la cárcel comparando el dolor de unos y otros y en una entrevista en La Sexta llegó a decir: “Nos piden que condenemos ahora a ETA. Si cuando ETA mataba no lo condenábamos, ¿por qué lo vamos a hacer ahora? Condenar no contribuye en nada a la paz. Quieren instrumentalizar la paz políticamente”.

Por su parte, las palabras del líder de las FARC, 'Timochenko', van en la línea opuesta a las del abertzale: "Pido sinceramente perdón a todas las víctimas del conflicto por todo el dolor causado. Mis primeras palabras tras la firma de este acuerdo final van dirigidas al pueblo de Colombia, un pueblo bondadoso que siempre soñó con este día, pueblo bendito que nunca abandonó la esperanza de poder construir la patria del futuro donde las nuevas generaciones, nuestros hijos y nuestros nietos, nuestras mujeres y hombres puedan vivir en paz".ETA... en las instituciones

Otra de las diferencias es que mientras ETA consiguió legitimar a su brazo político y estar en las instituciones con HB, Batasuna... Colombia ha sido siempre contundente con respecto a ese asunto.

Así, no ha sido hasta la firma del acuerdo de paz cuando las FARC han anunciado que crearán un partido para reivindicar sus ideales revolucionarios para actuar con fuerzas nuevas desde la plena legalidad y la paz.¿Dónde están las armas?

Por último, está el espinoso tema de la entrega de armas. Mientras que el acuerdo de paz en Colombia incluye el desmantelamiento de los arsenales y campamentos de la guerrilla, ETA se niega a pactar sobre ese punto.

Los etarras están utilizando el tema de las armas como forma de presionar al Ejecutivo español y de lanzar un mensaje amenazante: podemos volver a matar cuando queramos.

A pesar de que escenificaron una poco creíble entrega de armas, esta quedó en un vídeo que no convenció ni a los discutidos observadores internacionales.

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