El eurodiputado socialista francés Pierre Larrouturou anunció este sábado por la noche el fin de su huelga de hambre, una protesta que ha durado 18 días y que el político inició para reclamar la creación de una tasa a las transacciones financieras que alimente el presupuesto comunitario. El eurodiputado anunció en su cuenta de Twitter que detendría su huelga de hambre después de que los servicios médicos del Parlamento Europeo le advirtieran de que prolongarla podría causarle un daño permanente a su salud.
"Lo dije desde el primer día: mi objetivo es obtener presupuesto adicional para los hospitales que tienen problemas y no atascar las urgencias", informó el propio diputado en su cuenta de Twitter al anunciar el final de su protesta.
After 18 days, doctors have asked me to stop my hunger strike. I have decided to follow their advice and to stop it today.
— Pierre Larrouturou (@larrouturou) November 14, 2020
But the fight continues.
Together, with new action modes, we will push our leaders to be bold until the 11th of December.https://t.co/A3S4NFzt0F pic.twitter.com/WTDiWdD9gJ
Su reclamo era la creación de una tasa a las transacciones financieras cuya recaudación se destinase, entre otros objetivos, a mejorar los capítulos de sanidad, clima y empleo en el presupuesto europeo a siete años. El acuerdo alcanzado esta semana sobre estas cuentas, que incluye un refuerzo a capítulos como la investigación o el Erasmus, "no está a la altura de los desafíos históricos que enfrentamos", advirtió el eurodiputado francés.
Sí que se congratuló, no obstante, de que el acuerdo incluya una tasa sobre las transacciones financieras que la Comisión propondría en 2024 con vistas a aplicarla en 2026. "Esta negociación, por tanto, ha permitido volver a poner el impuesto a las transacciones financieras en la agenda, e incluirlo en un nuevo calendario, con promesas de futuro", señaló.
Según el propio diputado y recoge Efe, esta tasa sobre las transacciones financieras permitiría recaudar más de 50.000 millones de euros (59.177 millones de dólares) al año gravando sólo con un 0,1% las acciones y con un 0,01% los derivados y bonos.