Fitch rebaja la nota de Hong Kong por las protestas pero el Gobierno 'quita hierro'

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Europa Press

La agencia Fitch ha penalizado a Hong Kong por las protestas de los últimos meses y le ha bajado la nota de un ‘AA+’ a un ‘AA’. La firma de evaluación de riesgos publicó la noticia en su página web la noche del jueves, pero su anuncio no ha logrado el viraje del Gobierno hongkonés, quien ha movido ficha este mismo viernes y ha insistido en que los incidentes de este verano no han afectado ni a la seguridad ni a los negocios de la metrópoli china.

En una misiva enviada a los consulados extranjeros en Hong Kong, el secretario de Comercio y Desarrollo Económico, Edward Yau, ha asegurado que la urbe "sigue siendo segura y las actividades de negocios continúan con normalidad pese a las molestias ocasionales y a las alteraciones en algunas zonas". El Departamento de Servicios de Información del Gobierno hongkonés ha querido que la carta llegase a los medios internacionales la mañana del viernes, inmediatamente después de la difusión del anuncio de Fitch. En el texto, el organismo gubernamental afirma que los sectores empresariales de la ciudad "están atentos para mantener su mejor servicio para nuestros clientes locales y del extranjero".

Además de este descenso cuantitativo, el informe de la agencia de calificación incluye el cambio de sus perspectivas sobre la ciudad semiautónoma china de positivas a negativas. Fitch rebajó en un punto de su escala particular tanto la calificación crediticia a largo plazo en moneda extranjera como la de divisa local de Hong Kong

Las manifestaciones comenzaron como oposición a una polémica ley de extradición que, según abogados y activistas, podría haber permitido a Pekín acceder a aquellos "fugitivos", refugiados en territorio hongkonés del brazo de China. Con el paso de las semanas, el movimiento ha ido ampliando sus exigencias con el objetivo de mejorar los mecanismos democráticos de esta ciudad semiautónoma y, en definitiva, de evitar el abrazo del Gobierno chino sobre los asuntos locales.

La alta tensión generada y la duración de los disturbios han atraído el foco mediático a nivel mundial y ha tenido su reflejo en la economía. A raíz de los incidentes, se han llegado a enfriar los mercados en los momentos que siguieron a las jornadas más violentas, una correlación que ha quedado reflejado en el informe de Fitch.

En su nota, la agencia explica que estos "meses de conflicto persistente y violencia están poniendo a prueba los perímetros y la flexibilidad" del principio que rige la autonomía de Hong Kong con respecto al resto de China, conocido como "un país, dos sistemas". Fitch apunta que los altos cargos de Pekín se están pronunciando públicamente sobre Hong Kong mucho más que en cualquier otro momento desde que China recuperó la soberanía de la ciudad tras siglo y medio de dominación colonial británica, en 1997.

Con el fin de calmar las tensiones, el pasado miércoles la jefa del Ejecutivo, Carrie Lam, anunció la retirada definitiva de la polémica ley, aunque no atendió a las otras demandas de los manifestantes, por lo que está previsto que los actos de protesta continúen.

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