Francia se va, pero promete volver

  • La selección francesa deja Brasil con la sensación de haberse quedado a muy poco de la semifinal del Mundial, pero la confirmación de que ha sentado las bases del éxito.

Río de Janeiro, 5 jul.- La selección francesa deja Brasil con la sensación de haberse quedado a muy poco de la semifinal del Mundial, pero la confirmación de que ha sentado las bases del éxito.

El seleccionador francés, Didier Deschamps, justifica la derrota ante Alemania por la falta de experiencia de sus jugadores, frente a una selección que repite clasificación para la penúltima ronda, con una plantilla que es muy parecida a la quedó tercera en Sudáfrica 2010.

Y, frente ante el gigante germano, "les bleus" compitieron en Maracaná con algo más que decoro. Salieron derrotados por un gol del central Mat Hummels, en el minuto 13 de un partido que acabaron jugando con cuatro delanteros (Karim Benzema, Antoine Griezmann, Löic Remy y Olivier Giroud).

Deschamps sabe que, pasado el momento de la decepción, cuenta con un grupo hecho, que ha ido creciendo durante el Mundial y puede llegar maduro, dentro de dos años, a una Eurocopa en la que ejercerá de anfitrión.

"Estoy muy orgulloso de lo que hicieron los jugadores tanto dentro como fuera del campo. Hay mucho potencial y debemos continuar por ese camino. A pesar de lo difícil que es aceptar la eliminación, estoy muy orgulloso de todo lo que hicimos en Brasil", dijo tras perder.

Porque Francia, que tuvo que acudir a la repesca tras quedar por detrás de España en la fase de clasificación, ha recorrido el camino contrario a la campeona del mundo.

Si el equipo de Vicente del Bosque dio en Brasil la sensación de haber dado por concluido un ciclo, el que le llevó a lo más alto, Francia afronta el futuro con las máximas expectativas.

Cuatro años después del motín que acabó con el excéntrico Raymond Doménech, el entrenador que convocaba jugadores que fuesen compatibles con su signo del zodíaco, dos después de la triste salida de Laurent Blanc, demasiado miedoso frente a España en la Eurocopa, la calma ha vuelto con Didier Deschamps. Y la esperanza.

El técnico ha recurrido a su ascendente como campeón del mundo sobre unos jóvenes que quieren seguir la estela de los héroes del 98.

Ha asentado uno de los mejores ejes de la zaga de todo el Mundial; Raphael Varane (22 años) y Mamadou Sakho (24), una pareja de centrales para años.

Ha formado un centro del campo muy fuerte, al estilo del de Aimé Jacquet para el mundial francés, con el jugador del Juventus Paul Pogba como estrella, al que ya empiezan a calificar como el "nuevo Patrick Vieira", porque también aúna calidad con potencia.

Sólo el ataque, que comenzó demoledor con ocho goles en dos partidos, se ha quedado seco en el momento más importante. Francia no marcó ante Ecuador, se impuso a Nigeria en octavos, gracias a un gol en propia puerta y otro de un centrocampista (2-0), y tampoco vio puerta frente a Alemania.

En el centro de la diana está Karim Benzema, elevado a líder del grupo en ausencia de Franck Ribery y gracias a un arranque fulgurante, que le llevó al frente de la clasificación de máximos goleadores, pero desdibujado en el momento en el que no tuvo puntería.

Benzema lo intentó todo contra Alemania y no le salió casi nada. Disparó en media docena de ocasiones, tantas como lo hizo el conjunto de Joachim Löw durante el partido, pero no encontró la forma de batir a Manuel Neuer y se va del que debía haber sido el Mundial de su consagración. Algo que tampoco le quita el sueño.

"Estoy contento por haber llegado hasta aquí, tan lejos. Soy joven y puedo jugar otro mundial", dijo tras el partido el delantero, que para el Mundial de Rusia 2018 tendrá 30 años.

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