Fuerte despliegue de fuerzas israelíes en Jerusalén

  • Las fuerzas de seguridad israelíes se desplegaron el jueves en Jerusalén y la población judía se armaba con lo que tuviera a mano, después de nuevos apuñalamientos llevados a cabo por palestinos, que sembraron el pánico en la ciudad.

Unos 300 soldados debían sumarse a las fuerzas policiales, desbordadas por el recrudecimiento de la violencia desde inicios de mes, que generó temores de una tercera intifada, o levantamiento palestino.

Hasta el momento se ignora si los militares ya estaban actuando en el terreno. La última vez que el ejército participó en una operación en las ciudades israelíes data de 2002, durante la segunda intifada, según una fuente de las fuerzas de seguridad.

Violentas protestas palestinas se señalaron en Jerusalén este, anexada por Israel, así como en Cisjordania ocupada y en la Franja de Gaza.

Siete israelíes y unos treinta palestinos, incluyendo varios presuntos autores de los ataques con arma blanca, murieron en los incidentes y unos 30 palestinos resultados heridos en los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad israelíes.

Las intifadas de 1987-2003 y de 2000-2005, con enfrentamientos casi cotidianos, costaron la vida a centenares de personas.

Las armerías señalaban ventas récords y los principales diarios israelíes publicaban el jueves fotos de ciudadanos judíos con armas, sprays de gases lacrimógenos, palos de escoba y hasta palos de amasar.

Los partes de incidentes se multiplican, a medida que el pánico cunde en lugares públicos.

En un tren que circulaba cerca de Haifa (norte), soldados creyeron detectar a un sospechoso y advirtieron a los pasajeros al grito de "¡Terrorista!". Un funcionario que viajaba en el primer vagón efectuó un disparo al aire y otro viajero activó los frenos de emergencia, pero finalmente nadie resultó herido ni detenido.

"Estamos realmente frente a una ola de terror, con la característica de que los civiles están en primera línea y expuestos a muy corta distancia, dado que las principales armas son los cuchillos, y a veces las armas de fuego", afirmó el ministro israelí de Defensa, Moshe Yaalon, en declaraciones radiales.

El miércoles, la policía empezó a instalar puestos de control en los accesos a los barrios palestinos de Jerusalén Este, incluyendo el barrio donde residían tres palestinos que esta semana llevaron cabo sendos atentados con un arma de fuego, un puñal y un vehículo con el que uno de ello embistió a personas que aguardaban un autobús en Jerusalén.

El despliegue policial se efectuó después de que el primer ministro Benjamin Netanyahu autorizara el cierre y la imposición del toque de queda en barrios de Jerusalén.

Pero las nuevas medidas de seguridad no impidieron el miércoles dos ataques en Jerusalén, uno de ellos cometido por un palestino de 20 años que fue abatido por la policía después de intentar apuñalar a un guardia de seguridad fuera de la Ciudad Vieja.

También fue ultimado el autor del otro ataque, de 23 años, que hirió con un cuchillo a una mujer de 70 cerca de la estación central de autobuses, sembrando el pánico en el lugar.

El presidente de la Autoridad Palestina. Mahmud Abas, instó el miércoles a emplear formas pacíficas de resistencia, un llamamiento que corre el riesgo de ser ignorado por los jóvenes palestinos hartos de la ocupación israelí y de la falta de avances en las negociaciones con vistas a la creación de un Estado palestino.

El secretario norteamericano de Estado John Kerry planea viajar "pronto" a Medio Oriente, en búsqueda de un apaciguamiento de la situación, anunció el miércoles su portavoz.

La ola de violencia se intensificó a partir del 1 de octubre, cuando presuntos miembros del movimiento islamista Hamas mataron a tiros a una pareja de colonos judíos en Cisjordania, en presencia de sus hijos.

En los días anteriores, se habían producido numerosos enfrentamientos entre fuerzas de seguridad israelíes y jóvenes palestinos en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén.

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