Disminuir el impacto

El G7 estudia frenar a Putin con topes temporales al precio del gas y petróleo

Los líderes occidentales buscan la forma de recortar los ingresos que obtiene Rusia por la exportación de los hidrocarburos y gas. El mecanismo planteado es "una buena idea" pero su aplicación es muy compleja.   

Rusia gas Putin
El G7 estudia imponer topes temporales a los precios de los hidrocarburos rusos
EFE

Los miembros del G7 continúan explorando la forma de fijar un precio máximo global al precio de las exportaciones de petróleo y gas procedente de Rusia con el fin de recortar los ingresos de Putin por vía de la exportación de hidrocarburos y de paso, reducir la factura energética y minimizar el impacto negativo de la inflación. De acuerdo con un borrador de texto que recogería las conclusiones de la cumbre visto por 'Financial Times', los líderes del G7 explorarán la "viabilidad" de introducir topes temporales en los precios de las importaciones de energía.

A este respecto, un funcionario del G7 había comentado anteriormente que los miembros estaban de acuerdo en que era una buena idea, pero que quedaba "una gran cantidad de trabajo" por hacer para convertirla en realidad. De este modo, las conclusiones de la cumbre del G7, organizada por Alemania y que finalizará este martes, subrayan la preocupación entre los países más industrializados respecto del coste que la guerra de Ucrania está causando en sus economías.

En este sentido, el diario apunta que las autoridades señalan que dicho límite podría imponerse a través de topes en la disponibilidad de los servicios europeos, incluido el seguro para los envíos de petróleo ruso, aunque advierten de que es muy complejo y requerirá de un trabajo técnico intensivo. "Apoyamos la estructura básica", dijo un funcionario del G7 sobre el techo del precio del petróleo ruso. "Pero los detalles necesitan ser elaborados", añadió. No obstante, otro funcionario comentó que todos los miembros del G7 estaban de acuerdo con la "idea básica de reducir las fuentes de ingresos del petróleo ruso".

Ribera, orgullosa del tope al gas, al que pone como ejemplo

La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha vuelto a defender la aplicación de la "excepción ibérica" negociada con Bruselas para rebajar la factura de la luz, un invento que topa el precio del gas en el mercado eléctrico para que no contagie al precio del megavatio-hora y que va camino de inspirar una reforma del marco regulatorio en el conjunto de la Unión Europea. La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, abanderó hace unos días la reforma del mercado energético europeo: "El gas es el más caro y define todo el precio. Este sistema de mercado ya no funciona. Tenemos que reformarlo", afirmó.

"No puede ser que el diseño regulatorio se convierta en la gran trampa para los consumidores europeos", ha afirmado Ribera en una entrevista con Efe para justificar la batalla que ha librado y sigue librando tanto a nivel nacional como europeo. "Más que con envidia, que puede ser que algunos nos miren con envidia, nos miran con mucho respeto y con mucho afecto", dice en relación con la aplicación de la excepción eléctrica. Ese "respeto" que detecta en la mirada de sus homólogos comunitarios responde a que "entienden que no era una situación fácil, que ha habido una oposición muy fuerte, porque la inercia es una fuerza de la física muy potente", resume. 

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