Gadafi apuesta por los escudos humanos como su arma principal

  • Consciente de que el visto bueno de la ONU para el ataque aliado tiene como objetivo defender a la población civil, Gadafi ha cogido la sartén por el mango e intenta darle la vuelta a la tortilla.

¿El arma de Gadafi? Sus ciudadanos, como escudos humanos
¿El arma de Gadafi? Sus ciudadanos, como escudos humanos
Amer M. Al-zohbi

El líder libio ha convocado a los libios de todas las regiones del país que acudan en una "marcha verde" hacia Bengasi, el bastión de los rebeldes y donde los cazas y las bombas de la coalición internacional están centrando sus esfuerzos defensivos.

Muamar al Gadafi anima a sus ciudadanos a que marchen hacia allá con ramas de olivo en la mano en señal de paz y para evitar la supuesta invasión extranjera. Si el mandatario consigue su objetivo, dificultará la acción de la coalición internacional.

De hecho, hoy mismo el Reino Unido ha abortado una misión por la presencia de civiles en la zona donde estaban destinados. Los rebeldes libios también han denunciado que las fuerzas leales a Gadafi están empleando a civiles como escudos humanos en Misrata, el segundo bastión rebelde en importancia y mucho más cercano a Trípoli.

Ya lo dijo Gadafi en su último comunicado horas antes de que comenzaran los ataques extranjeros: "Estoy preparado para morir con todos los hombres, niños y mujeres". Pero lo cierto, es que él se refugia detrás de esos hombres, niños y mujeres, que también han salido a las calles en Trípoli para proteger el cuartel general de su líder desde ese mismo día, el 19 de marzo.

No en balde, el líder libio ha conseguido sembrar la duda en la Liga Árabe y algunos países de la Unión Europea. El jefe del organismo árabe, Amr Musa, ha tenido que salir al paso de quienes pensaban que ya no apoyaba la misión para garantizar la zona de exclusión aérea, porque había reclamado por enésima vez que no se matara a civiles. "No hay ningún conflicto con eso [los ataques aéreos]", ha recalcado.

El ministro de Exteriores alemán, Guido Westerwelle, ha dicho que precisamente la matanza de civiles era el temor que mantenía a Alemania al margen de la operación "Odisea del Amanecer", aunque no es el único factor que ha tenido que ver con esta decisión. Italia también ha pedido que se revise la protección de los civiles durante la misión.

Francia ha intentado calmar los ánimos afirmando que no tienen constancia de que se hayan producido víctimas civiles, aunque otros cargos han admitido que ese temor existe.

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