Trágica historia en Burnley (Reino Unido). Andrew David Nabb, residente en la localidad y ganador de un premio del Euromillones en 2017, se quitó la vida tras luchar durante años contra la adicción al juego y la depresión.
La voz de alarma sobre el estado de salud de Andrew se dio el pasado 19 de enero. Ese día, este británico acudió a su puesto de trabajo en un taller de coches como era habitual, pero después desapareció. "A las 8 de la mañana comenzó a trabajar y todo estaba normal. Antes de la comida se le pidió que trasladase unas herramientas y se derrumbó comenzando a llorar sin motivo aparente. Se fue, cogió su coche y desapareció", explica Nicholas, un compañero de trabajo de Andrew, en declaraciones recogidas por el diario 'The Sun'.
Nicholas y el hermano de Andrew, Chris, lo siguieron hasta su casa y vieron cómo se marchaba de allí en su coche. Acto seguido, Andrew envió un mensaje al móvil de su hermano diciendo que no lo vería nunca más. Dos días después apareció muerto en un parking.
Una caída empeoró su salud mental
Andrew había ganado un premio de 293.000 euros en el Euromillones a principios de 2017. Hasta tres meses antes del premio recibía tratamiento para una depresión, pero después dejó de seguirlo.
Su estado de salud empeoró tras sufrir una caída que le provocó pérdidas de memoria. El 13 de noviembre de 2020, Andrew contactó con un cirujano por los efectos de su caída y confesó estar deprimido.
Su madre asegura el mismo diario que Andrew luchaba contra la depresión, la diabetes y la adicción a los juegos de apuestas. Además, desde su caída tartamudeaba continuamente y no podía mantener una conversación con otra persona. A causa de todos estos problemas se quitó la vida. Los médicos encontraron varias drogas en su coche el día de su fallecimiento.
