Glenn Beck, el verdadero agitador de la ultraderecha en EEUU

  • Se ha erigido como la voz del pueblo. Asegura que está igualmente en contra del Partido Republicano que del Demócrata, aunque lo cierto es que critica todo lo que critica el movimiento ultraconservador del Tea Party, vinculado a los republicanos. Su programa diario de radio y el que presenta en la cadena conservadora Fox han hecho de él una de las personas más influyentes de EEUU, según la revista Forbes.

Apasionado, directo y todo menos neutral, Glenn Beck tiene ocho millones de oyentes en su programa diario en la radio neoyorquina. En él defiende los valores del movimiento ciudadano ultraconservador del Tea Party y les da más voz que nadie.

Levanta pasiones y odio a partes iguales. Este auténtico fenómeno mediático es foco de críticas en la mayoría de los medios de comunicación en EEUU (la cadena ABC, CNN, etc.) y objetivo de entrevistas sobre su persona.

Empezó en la radio a los 13 años, pero lo que podría parecer el comienzo de una carrera prometedora se vio truncado por su adicción a las drogas y al alcohol, como él mismo ha reconocido en diversas ocasiones.

Entonces se convirtió en mormón, porque –según cuenta él mismo- su ahora mujer le dijo que tenían que compartir una religión para casarse (ella tampoco acudía a ninguna iglesia) y un amigo mormón le introdujo en la Iglesia de los Santos de los Últimos Días, considerada una secta en numerosos lugares del mundo.

Lo cierto es que desde entonces comenzó a enderezar su vida, a conseguir trabajo después de dos años en el paro y pasó de ser ateo a ser un creyente devoto para quien pasar los domingos en familia "honrando el Sabbat" es lo mejor que le ha pasado.

También pasó de tener adicciones a sustancias peligrosas a ser una estrella mediática prácticamente adicta al trabajo (presentador de un programa diario de radio en Nueva York, un programa semanal de televisión en la conservadora cadena Fox y escritor).

Ferviente defensor del Tea Party

Tras los recientes logros del Tea Party en las elecciones primarias de los republicanos, Glenn Beck organizó un programa en televisión rodeado por un público/invitados en el que todos eran miembros de este movimiento conservador.

"Lo que la gente no entiende es que no fui yo quien empezó esto, tampoco Fox, sino la gente", afirmaba convencido. "Comenzó a crecer porque eso es lo que se llama capitalismo, libertad. La gente encontró su voz." Y él se la dio y se la sigue dando. Es el mejor altavoz que ha podido encontrar el movimiento. No sólo por sus datos de audiencia y su popularidad, sino por sus dotes comunicadoras.

En ese programa aprovechó para tratar de acabar con algunos clichés en torno al Tea Party y a modo de encuesta a mano alzada preguntó a su público por los siguientes asuntos: si siguen la Biblia (contestaron que sí), si defienden el derecho a llevar armas (respuesta positiva), si creen en el sistema bipartidista (dicen que no pero se han unido a los republicanos), etc.

Firme y completamente seguro de sus convicciones (al menos delante del micrófono o de la cámara), Beck tampoco cree en el bipartidismo porque considera que tanto republicanos como demócratas actúan en interés propio. Sí cree, por el contrario, en la fuerza de movimiento ciudadano y dice que la fama de racistas y ultraconservadores que se ha ganado el Tea Party entre la mayoría de los medios es porque no les han entendido en absoluto.

Para tratar de explicar a su audiencia la supuesta manipulación de otros medios en torno al Tea Party, también mostraron en su programa de televisión varias imágenes de manifestantes seleccionadas de otras cadenas televisivas. La defensa que pretendía ejercer de la causa, sin embargo, quedaba en entredicho por declaraciones de algunos manifestantes echando en cara a Obama sus iniciativas "socialistas" (probablemente en referencia a su reforma de la ley sanitaria) u otro diciendo que el presidente de EEUU "es un fascista". El Tea Party surgió primordialmente por luchar contra el incremento de los impuestos, pero fue desarrollándose hasta alcanzar declaraciones de este calado.

Grandes dotes de comunicación

Está claro que a Beck le gusta polemizar; quizá también llevar la contraria o quizá la busca legítima de la verdad. Es un gran escéptico del cambio climático y se apoya en algunos científicos que aseguran, en contra de lo que dice el panel de la ONU al respecto, que el calentamiento global nada tiene que ver con la mano del hombre.

Habla al público de tú a tú, se muestra como otra persona más que se "sienta en el sofá y grita a la tele" incrédulo ante lo que dicen los políticos. Es irónico, cómico y va directo al grano. Sus dotes comunicadoras son innegables. Concede entrevistas cual estrella del rock o de la gran pantalla, también junto a su mujer, y cuenta abiertamente su vida convirtiéndose en una persona cercana para sus seguidores.

No falta quien piensa que tiene cierto afán de protagonismo. De hecho, en una entrevista que concedió a la cadena ABC su interlocutor le preguntó sin rodeos "¿Es que está desesperado por llamar la atención?" y su respuesta fue girarse directamente a la cámara y suplicar en tono jocoso "por favor, quiéranme; por favor, quiéranme".

Mostrar comentarios