El Gobierno griego ha confirmado que un segundo campo de refugiados ha sido puesto en cuarentena tras constatar un positivo por coronavirus, según ha informado este domingo el Ministerio de Inmigración. Se trata de un hombre afgano de 53 años de edad y vive con su familia en el campo de Malakasa, donde hay cientos de migrantes y peticionarios de asilo. Esta semana, y por otro caso de contagio, las autoridades decidieron aislar el campo de Ritsona.
El afectado ha sido trasladado a un hospital de Atenas para seguir con la evaluación mientras las autoridades sanitarias están examinando a su familia y a personas con las que pudo haber mantenido algún contacto reciente. Las autoridades griegas también han puesto bajo cuarentena a total de 119 pasajeros y tripulantes en el ferry 'Eleftherios Venizelos', atracado en el Pireo, tras registrar positivo por coronavirus.
Asimismo, los inspectores de salud han visitado este sábado la isla Tzia para evaluar a los 190 migrantes que llevan en cuarentena desde que se registrara un positivo entre los náufragos de un barco de contrabando turco que llegó a la isla el pasado 16 de marzo, informa el diario 'Kathimerini' en su edición digital. El país registra ya 1.673 casos de coronavirus, mientras el número de fallecidos se encuentra en 68.
A todo esto, Amnistía Internacional (AI) ha denunciado este viernes la sucesión de abusos contra los solicitantes de asilo y migrantes que se concentran en las fronteras entre Grecia y Turquía, además de muertes y desapariciones. La organización ha criticado el lanzamiento de gas lacrimógeno y munición por parte de las fuerzas fronterizas griegas, según sus informes, después de que las autoridades turcas hayan animado "con engaños" a los migrantes a dirigirse hacia Grecia, según informa Ep.
"Desde el 27 de febrero, miles de personas se han dirigido a la frontera griega, tras animarles las autoridades turcas a hacerlo y facilitarles la marcha hacia allí. Algunas personas solicitantes de asilo que vivían en Turquía incluso han renunciado a su alojamiento y han gastado todo su dinero para emprender con sus familias el viaje a Grecia", ha indicado la ONG.
Sin embargo, ha destacado que Grecia ha reprimido la circulación de aquellos que intentan cruzar la frontera, al reforzar los controles y enviar a las Fuerzas Armadas que usan "gas lacrimógeno, cañones de agua, proyectiles de plástico y munición real".
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