Un año después de que España reconociera a Juan Guaidó como "presidente encargado" de Venezuela, el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, le ha calificado este miércoles de "líder de la oposición", al tiempo que ha defendido a José Luis Ábalos por evitar una "crisis diplomática" al reunirse en Barajas con la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez. El encuentro entre ambos en el aeropuerto de Madrid, y la crisis de Venezuela, centró la primera sesión de control al Gobierno con hasta seis preguntas de la oposición. Las palabras de Sánchez han vuelto a abrir el debate: ¿es Guaidó presidente interino de Venezuela o sólo líder de la oposición?
La polémica se remonta al 23 de enero de 2019, cuando Guaidó juraba ante la Asamblea Nacional (el Parlamento) "asumir formalmente las competencias del Ejecutivo Nacional como el Presidente encargado de Venezuela para lograr el cese de la usurpación, un gobierno de transición y tener elecciones libres". El presidente de la AN se escudaba en el artículo 233 de la Constitución venezolana, que defiende que "cuando se produzca una falta absoluta del presidente, se encargará de la Presidencia de la República el Presidente de la Asamblea Nacional" hasta que se lleven a cabo nuevas elecciones generales.
La Asamblea Nacional, de mayoría opositora, tomó esta decisión después de que las elecciones que se celebraron en Venezuela en 2018 -en las que Maduro fue reelegido presidente- fueran consideradas ilegítimas por buena parte de la comunidad internacional por diversas irregularidades. Por eso, la Asamblea Nacional declaró que su líder debía ocupar la Presidencia de la República y Guaidó se autoproclamó presidente.
Sin embargo, la aplicación de esta medida deja muchas áreas grises y no indica un camino directo de actuación para la Asamblea y el autoproclamado presidente interino. Tal y como sostiene el diario venezolano 'Prodavinci', "el artículo 233 no regula qué hacer cuando la Presidencia es usurpada por quien dice ser presidente electo". Y, como esta crisis no tiene precedentes, no esta prevista en la Constitución venezolana, por lo que la Asamblea ha tenido que ir tomando decisiones sobre la marcha sin ningún trasfondo jurídico que la respalde directamente.
La Asamblea Nacional es el único poder que ha reconocido a Guaidó como presidente interino. El resto de órganos gubernamentales, de mayoría oficialista, no han reconocido al antiguo diputado y todavía obedecen a Nicolás Maduro, por lo que su alcance de actuación es bastante limitado y el poder que tiene para tomar decisiones en el interior del país es nulo.
No obstante, Guaidó exige la renuncia de Maduro para después liderar un gobierno de transición y convocar elecciones "libres". Parece poco probable que se aplique su hoja de ruta mientras los altos mandos de las fuerzas armadas venezolanas y Consejo Nacional Electoral sigan apoyando al presidente electo. Por ende, los esfuerzos de Guaidó ahora se centran en lograr el apoyo de la comunidad internacional y unir a la oposición para provocar la caída definitiva de Maduro.
Por esto, las palabras de Sánchez causaron este miércoles una gran polémica, ya que España, en el contexto de la UE, fue uno de los primeros países en reconocer a Guaidó. Horas después del 'lapsus' del presidente, la vicepresidenta primera Carmen Calvo ha asegurado que el Ejecutivo "no ha cambiado su política en relación a Venezuela". Calvo, sin embargo, ha evitado aclarar si el presidente del Gobierno ha tenido un simple desliz.
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