623 atentados, 402 civiles muertos y 550 policías asesinados. Estas son las conocidas como 'Cifras del mal', dicho de otra manera, el número de víctimas que se cobró la actuación delictiva del Cártel de Medellín en Colombia durante la década de 1980. Su líder era Pablo Escobar, el mayor narcotraficante de todos los tiempos, y no le temblaba la mano si había que quitar a alguien del medio para que su negocio de tráfico de cocaína siguiese su exitoso curso: llegaron a ingresar 367 millones de euros a la semana.
Sus seguidores le llamaban 'El Patrón' y sus detractores 'El Patrón del mal', pero lo cierto es que con sus redes de contrabando de droga Pablo Escobar acaparó los focos mediáticos tanto para bien como para mal. Él decía que todo había comenzado con una empresa de taxis familiar, pero el crecimiento vertiginoso de sus ganancias lo situó en el ojo del huracán.
Almacenes de droga, plantaciones de producción en la selva colombiana, contactos en todos los países de sudamérica y, sobre todo, conseguir que el Cártel de Medellín se convirtiese en el rey de la cocaína en Estados Unidos: el 80% del consumo de esta droga en Norteamérica provenía de la organización criminal de Escobar.
¿Pero cómo conseguían introducirla en el país sin ser descubiertos? Los métodos eran múltiples: sobornos a personal de compañías aéreas, amenazas, avionetas a aeropuertos secundarios, barcos, droga dentro del cuerpo de personas... ¡y hasta submarinos!
Cansado de los cada vez más férreos controles de seguridad, Escobar compró varios submarinos (no ha trascendido el número exacto) para trasladar la cocaína de Colombia a Costa Rica, y ya desde allí llevarla por tierra a Estados Unidos.
Tras su muerte el 2 de diciembre de 1993 mientras escapaba de las fuerzas de seguridad y de compañeros de 'profesión' que le traicionaron, los rumores dicen que escondió una fortuna valorada en 70 millones de euros, hasta la fecha nunca encontrada.
El programa de Discovery TV "Finding Escobar's Millions" se propuso resolver el misterio y para ello contrató a Doug Lax y Ben Smith, dos exagentes de la CIA que siguen todas las pistas con el fin de dar con el dinero de Escobar. Todavía no lo han conseguido, pero en su búsqueda han hallado uno de los submarinos que el capo utilizaba para contrabandear.
El transporte subacuático ha sido localizado en las costas colombianas y en su interior se cree que los súbditos de Escobar cargaban hasta 2.000 kilogramos de cocaína en un solo viaje. Se especula con que llevaba décadas en el punto en el que se ha encontrado, y que gracias a una reciente tormenta que desplazó la arena del fondo del mar se ha podido desenterrar.
En el último capítulo del programa, Lax y Smith se sumergen y encuentran una caja y varios objetos de metal en el submarino, aunque por ahora ni rastro de la fortuna perdida del mayor traficante de todos los tiempos. La 'caza' continuará en próximos episodios.
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