Un golpe casi perfecto: el marchante de arte que estafó 30 millones a sus clientes

  • La Fiscalía de Nueva York le acusa de abusar de la confianza de sus clientes a quienes robaba cuadros con el fin de costear su lujoso estilo de vida
Sotheby's subastará en noviembre una colección de 125 obras de Picasso
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El marchante de arte británico Timothy Sammons ha sido condenado este martes por un tribunal de Nueva York a cumplir una pena de entre 4 y 12 años de cárcel tras haberse declarado culpable días atrás de que robó entre 10 y 30 millones de dólares durante sus transacciones.

Entre las obras que Sammons utilizó para hacerse de forma ilícita con los fondos se encuentran ventas de 'Buste de Femme' de Pablo Picasso, 'Reverie' de Marc Chagall, y 'Calanque de Canoubier (Pointe de Bamer)' de Paul Signac, entre otros, según un comunicado enviado por la Fiscalía de Manhattan.

"Durante su negociación de las ventas de pinturas extraordinarias de alto precio, Timothy Sammons había dominado el arte de la mentira, el timo y el robo", afirmó el fiscal del distrito de Manhattan, Cyrus Vance.

"Durante años, el acusado organizó una estrategia engañosa para hacer dinero, ganándose la confianza de posibles compradores y vendedores para defraudarle de millones de dólares y usar este dinero para financiar su lujoso estilo de vida", agregó Vance.

Sammons era un marchante de obras de arte que había trabajado parta la casa de subastas Sotheby's en Nueva York, tras lo que montó su propio negocio con oficinas en Londres, Zurich y Nueva York.

Como marchante, se dedicaba a representar a propietarios de importantes piezas de arte a través de ventas privadas o enviándolas a compañías de subastas, y sus clientes esperaban que Sammons vendiera las piezas y les diera los fondos obtenidos con la venta tras quedarse con una comisión.

Pero según la acusación, desde 2010 a 2015 Sammons se hizo con parte del dinero conseguido con la venta de obras de arte, además de utilizar piezas que no eran de su propiedad como avales para obtener préstamos personales. Además, utilizó dinero de la venta de las obras de arte para pagar vuelos en primera clase, cuotas de destacados clubs o las facturas de sus tarjetas de crédito.

Durante la sesión de este martes, la juez encargada del caso, Ann Scherzer, describió las acciones de Sammons como "extremadamente serias e inquietantes", y aseguró que el acusado se había negado a responsabilizarse de sus acciones al no querer hacer declaraciones en la última vista.

Por su parte el abogado de Sammons, David Touger, según el medio especializado artnet News, dijo que su cliente estaba arrepentido y que sus acciones "no eran intencionadas".

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