
En marzo fue cuando el americano Nick Abbott supo de la existencia de Emerson, un perro sordo que había sido rescatado de las calles de Maine por la ONG NFR Maine. El cachorro de tez negra llamó al instante la atención de Abbott, quién, al igual que el animal, tampoco puede oír nada.
Y es que con el interés de su nuevo dueño, la vida de este cachorro cambió por completo, de la desgracia a la felicidad. Nada más ser recogido de su vida callejera, Emerson contrajo el parvovirus canino, una enfermedad contagiosa que afecta principalmente a los perros y que se manifiesta en problemas intestinales o cardíacos.
Se recuperó gracias a los cuidados del personal de la ONG, pero en la organización estaban preocupados: el hecho de que el perro fuese sordo implicaba menores posibilidades de ser adoptado.
Por ello, cuando recibieron la llamada de Abbott, no lo dudaron y se lo concedieron. "Fui atraído por él porque teníamos similitudes. Sentí que podía entenderlo”, explicó Abbott en ‘CBS News’. Y efectivamente, se entendieron a la perfección.
Estrellas de Instagram
Ambos hicieron de sus discapacidades una virtud. Dados los problemas previsibles de comunicación, Abbott comenzó a enseñar a su mascota la lengua de signos para poder interactuar. De este modo, le enseñó mediante gestos comandos como "siéntate", "acuéstate" y "ven", según explica su madre Richelle.
"Si Nick levanta el brazo y mueve el lóbulo de su oreja, Emerson ladra. Es muy bonito, increíble. Siempre que están juntos, Emerson siempre trata de encontrar la forma de apoyarse en Nick", relata a 'GMA'.
Asimismo, esta nueva amistad está triunfando en Instagram en una cuenta en la que documentan su día a día bajo el lema "dos chicos sordos y sus aventuras".
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