Human Rights Watch denuncia "implicaciones peligrosas" para la mujer en la nueva Constitución de Egipto

    • La ONG admite al mismo tiempo que la Carta Magna egipcia marca importantes mejoras, como la prohibición de la tortura.
    • El director ejecutivo de la organización asegura que la transición en los países de la Primavera Árabe puede ser "traicionera".
La oposición egipcia convocan protestas contra el dominio de los Hermanos Musulmanes
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M.T.T.
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HRW cree que países como Egipto, Túnez o Libia necesitan desarrollar instituciones eficaces, tribunales independientes, formar a su policía y "resistirse a la tentación de las mayorías de prescindir de los derechos humanos y el estado de derecho", según el comunicado.

"Las incertidumbres de la libertad no son una razón para volver a la previsibilidad impuesta del régimen autoritario", ha dicho Kenneth Roth, director ejecutivo de la organización. "El camino por recorrer puede ser traicionero, pero la alternativa es condenar a países enteros a un sombrío futuro de opresión".

La tensión entre el gobierno de la mayoría y el respeto por los derechos humanos constituye quizá el reto más importante para los nuevos gobiernos de la Primavera Árabe, según Human Rights Watch, que centra en esta región su informe anual sobre derechos humanos en más de 90 países publicado hoy.

El informe afirma que la lucha de los egipcios sobre su nueva Constitución demuestra la dificultad para proteger los derechos humanos. La constitución contiene "algunos elementos positivos" para Human Rights Watch, como prohibiciones "claras" de la tortura y la detención arbitraria.

"Sin embargo, las disposiciones descritas de manera general y vagas acerca de la expresión, la religión y la familia tienen implicaciones peligrosas para los derechos de la mujer y el ejercicio de las libertades sociales protegidas por el derecho internacional", advierte. "La constitución también refleja un abandono aparente de los intentos de ejercer el control civil sobre las fuerzas armadas".

Entre los países árabes que han cambiado sus gobiernos, Libia es para esta ONG "el mejor ejemplo de la problemática un estado débil, una consecuencia de las decisiones del Muamar al Gadafi de no desarrollar las instituciones de gobierno para desalentar amenazas contra su régimen".

Las milicias libias continúan dominando muchas partes del país y, en algunas zonas, cometen "graves abusos de impunidad". Mientras tanto, HRW cifra en "miles" las personas que siguen detenidas, por el gobierno o las milicias. El informa asegura que tienen escasas posibilidades de que a corto plazo se formulen si quiera cargos contra ellos o se cuestione en los tribunales las pruebas que pesan sobre los detenidos.

En Siria, donde la ONU contabiliza 60.000 muertos durante la actual guerra, HRW no duda de que "las fuerzas gubernamentales han cometido crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra, mientras que algunas fuerzas de la oposición también han llevado a cabo abusos graves, como actos de tortura y ejecuciones sumarias".

"Para que mejore la situación de los derechos humanos en una región que se ha resistido durante mucho tiempo al cambio democrático, los nuevos líderes de Oriente Medio tendrán que demostrar una determinación fundada en principios", ha dicho Roth. "Y necesitarán el respaldo constante e inquebrantable de actores influyentes fuera de la región".

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