El último desafío del big data: el software como mejor arma contra los incendios

  • En la actualidad se están desarrollando un gran número de sistemas que buscan paliar la lacra social y económica que causa el fuego.
Fuego en California
Fuego en California
EUROPA PRESS - ARCHIVO

Los incendios son una lacra social y económica que se repite una y otra vez en verano. En España suponen un coste que alcanza los 700 millones de euros de media entre prevención, extinción y reparaciones. Por ello, varios países ya trabajan en sistemas de software que no solo ahorren costes, sino que limiten, en lo posible, las consecuencias medioambientales, sociales y económicas que acarrea un incendio.

El avance de la tecnología, a través de algoritmos nutridos por cantidades ingentes de datos para predecir posibles escenarios ha llegado también para combatir la lacra de los incendios. Todavía se trata de una disciplina en crecimiento y con mucho margen de mejora, aunque si bien es cierto sus resultados ya son prometedores.

La lucha contra los incendios se inicia con la prevención. En este campo, el inicial, es donde la tecnología está más desarrollada gracias a que la industria del big data se centra, en gran medida, en analizar distintos escenarios y calcular los más probables. El primer paso, es un exhaustivo estudio del terreno con el que alimentar al algoritmo que debe prever una serie de escenarios que van desde la prevención, hasta la mejor manera de atacar en caso de que se inicie el fuego.

La recogida de datos se produce de manera conjunta entre máquinas y humanos. Por un lado, el mayor volumen de los mismos se recogen a través de satélites que registran todo tipo de detalles: el número de arboles, la distribución de los matorrales, el tipo de superficie, las carreteras o cortafuegos. Incluso datos tan exactos como el diámetro de los troncos que los árboles del terreno, o si existe alcantarillado obstruido que influye en la distribución del agua en el terreno. Una vez se han recogido los datos, son tratados con ayuda de los denominados guardas, ya que son los que mejor conocen el terreno.

Los sistemas informáticos de prevención de incendios han crecido con fuerza en los últimos años. Uno de los más avanzados es el America’s Forest Service creado por una empresa de información geográfica que trabaja en las Redlands en California. El AFS registra los datos con satélites y aeronaves y los coteja con el personal encargado del terreno, para finalmente proyectar un sistema que se ajuste perfectamente a la realidad. A dicho modelo se le aplican cada día las distintas variables atmosféricas y de humedad en el terreno para tener monitorizado el terreno.

Incendio en Fanlo en agosto de 2017
Los sistemas que predicen con más fidelidad la evolución de los incendios son más lentos. / GOBIERNO DE ARAGÓN

Algunos sistemas desarrollados son capaces de monitorizar superficies a muy gran escala. Es el caso de RHESSys, un software creado por la Universidad de California, que es capaz de tener bajo supervisión permanente y datos casi al minutos una superficie que excede los 800 kilómetros cuadrados. Con ello, es capaz de dictar ordenes y ejecutar patrones de limpieza de la maleza, puntos calientes del terreno y erigir los mejores emplazamientos para levantar los cortafuegos.

Predecir el comportamiento del incendios

La prevención es la parte más fácil en el desarrollo de los sofware contra los incendios. La parte complicada es predecir qué hará el fuego una vez está desatado. En este punto, la tecnología todavía falla y no es capaz de dar los mismos resultados que sí ofrecen los expertos que llevan décadas trabajando en el sector. Los fallos vienen principalmente por dos puntos: por un lado, los sistemas que son capaces de predecir con mucha fidelidad el recorrido que tendrá el fuego suelen ser más lentos. Por otro, sistemas más rápidos no son tan fiables a la hora de predecir el desarrollo de los incendios.

Firetec es uno de los software del primer modelo, eficaces pero demasiado lentos. Sus creadores denominan al sistema como "ingeniería del comportamiento de incendios forestales". En ‘The Economist’ explican el funcionamiento y los ingentes cálculos que debe sorportar un sistema similar al de Firetec. En primer lugar, se divide el espacio cercano al incendio en cubos de un metro, denominados vóxeles. Más tarde, calcula las estimaciones de cada vóxel, en función del combustible incluido en él y las situaciones atmosféricas, para concluir por cuales discurrirá el incendio. La propia revista reconoce que el sistema tiene “una increíble verosimilitud”.

Los sistemas que buscan tener una mayor velocidad de reacción, lo hacen a través trabajar con vóxeles de mayor longitud. El problema, es que el sistema no puede trabajar con los mismos datos de una superficie de 1 metro cuadrado que de 100 metros, por lo que se incluyen menos. El resultado obvio, es que se pierde exactitud, aunque si es capaz de trabajar al ritmo que avanza el fuego.

En este último punto, es donde trabajan actualmente los desarrolladores de software. En crear sistemas que puedan soportar la mayor cantidad de datos y ofrecer respuestas más rápidas. En concreto, un incendio grande se puede extender a una velocidad de entre 3 y 6 kilómetros a la hora, o lo que es lo mismo ofrecer respuestas sobre la marcha a la velocidad de 1,5 o incluso 2 metros al segundo.

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