Independent Diplomat, la embajada de los países que no existen

  • Se trata de una organización sin ánimo de lucro que ofrece serviciosdiplomáticos a diversas regiones, estados no reconocidos, gobiernos enel exilio o islas y micro-naciones que, de otra forma, no podríanhacerse oír en los pasillos de Bruselas, Nueva York o Washington.
Paul Ames - GlobalPost

La capital belga posee una de las mayores concentraciones de diplomáticos de todo el mundo. Muchos países mantienen tres embajadas en la ciudad para atender los asuntos relacionados con la Unión Europea, la OTAN y el reino de Bélgica.

Entre los palacios históricos, las construcciones modernistas o los edificios de oficinas que acogen a delegaciones nacionales alrededor de la sede de la UE, existe una oficina que actúa como una embajada de facto para naciones que no existen oficialmente: Independent Diplomat.

Es una organización sin ánimo de lucro que ofrece servicios diplomáticos a diversas regiones, estados no reconocidos, gobiernos en el exilio o islas y micro-naciones que, de otra forma, no podrían hacerse oír en los pasillos de Bruselas, Nueva York o Washington.

“Intentamos equilibrar el campo de juego de la diplomacia”, afirma Nicholas Whyte, representante de Independent Diplomat en Bruselas. “Intentamos ayudar a los grupos y países que se encuentran en desventaja en la diplomacia internacional, de modo que puedan participar en el mundo exterior y negociar con un poco más de igualdad de condiciones”.

Whyte pasa actualmente gran parte de su tiempo trabajando con las autoridades del sur de Sudán que preparan el referéndum sobre la independencia para el 2011. Otros clientes incluyen el Frente Polisario, que desea establecer un autogobierno en el Sahara Occidental después de 35 años de control marroquí; o Somalilandia, que declaró la independencia de Somalia en 1991, pero que sigue sin obtener un reconocimiento internacional pese a su relativa estabilidad.

Independent Diplomat también trabaja para el estado turco en el norte de Chipre y busca la reconciliación con el gobierno griego-chipriota del sur, reconocido internacionalmente. Asimismo ayuda al gobierno birmano en el exilio, leal a la líder opositora Aung San Suu Kyi y asesora a las islas Marshall en las negociaciones sobre el cambio climático. Sus clientes también incluyen naciones reconocidas como Croacia, a la que ayuda en las negociaciones de adhesión a la UE.

“Su apoyo es muy importante, el apoyo diplomático y político”, afirma Mohamoud Daar, representante de Somalilandia en Bruselas. “Nos ayudan mucho para hacer lobby entre los parlamentarios y las autoridades de la UE”.

Independent Diplomat es un proyecto de Carne Ross, un diplomático británico que renunció en el 2004 debido a la guerra de Irak.

Ross era la persona clave de Gran Bretaña sobre temas de Irak ante Naciones Unidas. El ex diplomático declara que la información a la que tuvo acceso durante ese tiempo demostró que el gobierno de Tony Blair exageró enormemente la amenaza de Saddam Hussein para justificar la invasión. Después de testificar durante una investigación del gobierno británico, Ross abandonó el ministerio británico de Asuntos Exteriores.

La última responsabilidad de Ross fue Kosovo, que se encontraba en el limbo jurídico después de la guerra de 1999. Ese año, las bombas de la OTAN acabaron con el gobierno serbio, pero no lograron un acuerdo internacional sobre las aspiraciones de la mayoría albano-kosovar para obtener la independencia.

“Kosovo me sirvió de inspiración para crear Independent Diplomat”, explica Ross desde su despacho en Nueva York. “Kosovo se tuvo que involucrar en una diplomacia terriblemente complicada y oscura sobre su futuro… pero aún así, tenían la prohibición expresa [de Naciones Unidas] de crear un área de asuntos exteriores”.

Independent Diplomat asesoró a Kosovo en la declaración de Independencia de febrero de 2008, que ha obtenido el reconocimiento de 65 países, entre ellos EEUU y 22 de los 27 estados de la UE. Después de Kosovo, Independent Diplomat también ha apoyado a otras entidades que no tenían acceso a los canales de la diplomacia internacional.

“Existe una enorme demanda entre los países y gobiernos que se sienten excluidos del sistema diplomático mundial”, afirma.

Independent Diplomat no realiza labores de lobby en nombre de sus clientes, explica Ross, sino que más bien trabaja tras bastidores. “Recomendamos a nuestros clientes la mejor forma de representarse a sí mismos. Cuando era un diplomático de carrera, nunca me gustó ver a un occidental elegantemente vestido que venía a presentar el caso de sus clientes”.

Independent Diplomat recibe donaciones privadas, ayudas gubernamentales y contribuciones de sus clientes. Tiene un presupuesto de 1,8 millones anuales y cuenta con oficinas en Nueva York, Washington, Bruselas y Addis Ababa.

Whyte, ex colaborador y promotor del entendimiento entre comunidades en Irlanda del Norte, destaca que Independent Diplomat no busca influir en las políticas de sus clientes sino que asesorarles para que puedan navegar las turbias aguas de la política internacional.

“Cuando nos vienen a ver, nos dicen ‘esto es lo que hemos decidido, queremos que nos digáis la mejor forma de implantarlo en la escena internacional”, explica desde su despacho en el Centro Internacional de la Prensa, de Bruselas. “Sería totalmente inapropiado que les presionáramos para participar o no en un proceso determinado”. 

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