Israel entra por tierra en Gaza cinco años después de la última gran ofensiva

    • Cerca de 18.000 gazatíes, de acuerdo con datos de la UNRWA, abandonaron hoy su hogar, impulsados por el terror que ha desatado en las poblaciones del norte y el sur la presencia en Gaza de la infantería y los carros de combate israelíes.
    • El ministro de Defensa israelí ha ratificado que la invasión terrestre de Gaza no terminará hasta que se hayan cumplido sus objetivos, entre los que se encuentran los túneles de Hamas.
    • Al menos 18 palestinos y un soldado israelí muertos en el inicio de la incursión terrestre en Gaza.

Mueren 18 palestinos y un soldado israelí al inicio de la incursión terrestre en Gaza
Mueren 18 palestinos y un soldado israelí al inicio de la incursión terrestre en Gaza

El Ejército israelí ha iniciado una incursión terrestre en Gaza en el marco de la operación"Margen Protector", cinco años y medio después de la última invasión militar en la Franja de envergadura, la más devastadora en cuatro décadas.

Tras diez días de intensos bombardeos por aire y mar en paralelo al disparo de cohetes desde la Franja, cien en la víspera, el Ejecutivo israelí aprobó la siguiente fase de la operación y dos horas antes de la medianoche de ayer entraban en Gaza tropas de infantería, ingenieros y blindados.

El objetivo declarado de la incursión es "mermar las capacidades militares de Hamás", pero no derrocar al Ejecutivo islamista, advierten responsables militares.

La misión es destruir los sofisticados túneles que las milicias palestinas han cavado estos últimos años entre la Franja e Israel, por los que han tratado de infiltrarse dos comandos terroristas en el transcurso de la operación que arrancó el 8 de julio.

El entramado de silos de cohetes y munición subterráneos y búnkeres donde se cree se refugian los dirigentes y miembros de los grupos armados también figuran entre los objetivos de la incursión, a la luz de que los bombardeos aéreos y marítimos no han podido reducir el disparo de proyectiles contra suelo israelí.

Expertos militares citados hoy por los medios locales apuntaban que a diferencia de combates como los desarrollados en territorios como el sur libanés en 2006, en esta ocasión las fuerzas israelíes permanecerán lo más cerca posible de la frontera o la costa.

Y es que de 42 kilómetros de largo por 12 de ancho y una población de 1,8 millones de habitantes, la Franja está considerada como uno de los territorios más poblados del planeta y no se antoja un terreno fácil para la lucha cuerpo a cuerpo.

"La entrada en las 'kasba' (abigarrados núcleos urbanos) puede ser una difícil trampa que podría prolongar en el tiempo la operación y causar numerosas bajas", afirmó un comentarista militar al Canal 10 de la televisión israelí.

El Ejército israelí se entrena desde hace años en ciudades que simulan este tipo de escenarios, unos ejercicios que proliferaron tras el conflicto contra Hizbulá en Líbano en 2006.

La actual incursión por tierra es la segunda de envergadura en Gaza desde que Hamás tomara su control -en 2007- tras la operación "Plomo Fundido" entre diciembre de 2008 y enero de 2009.

Aquella ofensiva que Israel también emprendió en respuesta al disparo de cohetes, causó en tres semanas cerca de 1.400 muertos palestinos según organizaciones independientes -aunque hay divergencia de cifras-, en su mayoría civiles, y 5.000 heridos palestinos, además de 13 israelíes, en su mayoría soldados.

Durante la invasión, las tropas israelíes dividieron la Franja en tres y cercaron la capital de Gaza, donde barrios como Zeitún, Tel Hawa o Shayaía, al este de la ciudad, fueron los más castigados.

Según la ONU, 3.540 viviendas fueron completamente destruidas y otras 2.870 resultaron severamente dañadas y más de 20.000 personas vieron sus hogares reducidos a escombros.

La operación, que se produjo en vísperas electorales, bajo el Gobierno de Ehud Olmert, concluyó con un cese del fuego tras los esfuerzos diplomáticos de diferentes actores internacionales, entre ellos seis gobiernos europeos que visitaron la región.

Naciones Unidas acusó a los dos bandos de cometer crímenes de guerra durante el conflicto en esta operación de envergadura que tuvo como precedente otras incursiones.

Así, Israel entró en Gaza con la operación "Lluvias de Verano" en junio de 2006, días después de la captura por parte de Hamás y otras dos facciones menores de Gaza del soldado israelí Guilad Shalit, en la que murieron 165 civiles palestinos en un mes.

Esta última, al igual que la del Líbano hace ocho años, tuvieron como detonante la captura de uniformados israelíes, situación que se asemeja al clima que precedió el comienzo de la operación en curso, la desaparición y asesinato de tres jóvenes israelíes en Cisjordania, del que Israel acusó a Hamás.

La actual ofensiva cuenta con "casi la totalidad de sus fuerzas regulares", según el comentarista militar del Canal 10 Alon Ben David, una cifra bajo censura pero que es "similar al número de efectivos hacia el final de la operación Plomo Fundido".

Hasta la fecha, Israel ha autorizado la incorporación a filas de 66.000 reservistas, la cuota más alta desde el último enfrentamiento con Hizbulá.

"Con todo -apunta el articulista Amos Harel, del "Haaretz"- no toda operación por tierra significa reocupar la Franja de Gaza. Es posible llevar a cabo una operación limitada de la que se haga pagar a Hamás un alto precio sin permanecer meses en el territorio".Cerca de 18.000 palestinos más huyen tras la incursión terrestre

Cerca de 18.000 gazatíes, de acuerdo con datos de la UNRWA, abandonaron hoy su hogar, impulsados por el terror que ha desatado en las poblaciones del norte y el sur la presencia en Gaza de la infantería y los carros de combate israelíes.

Las unidades terrestres del Ejército israelí cruzaron anoche la frontera entre Gaza e Israel en medio de intensos bombardeos de cobertura de la aviación y la marina después de que el Ejecutivo que dirige el primer ministro, Benjamin Netanyahu, escuchara la voz de los más extremos y autorizara la segunda incursión terrestre en la franja en cinco años.

Los tanques bombardearon con intensidad localidades del sur y el norte de Gaza, donde también se entablaron combates cuerpo a cuerpo en los que murieron 14 milicianos y un soldado israelí, según datos de la portavocía castrense.

La consecuencia fue una larga noche de terror que esta mañana incrementó el miedo y colocó a la franja al borde de un nuevo pico de incremento en su perpetua crisis humanitaria.

En un comunicado enviado a los medios, Chris Gunness, portavoz de la UNRWA para la zona, corrigió sus primeras estimaciones y cifró, poco antes de anochecer, en 18.000 las personas que este viernes recogieron la poca comida que les queda en casa, hicieron un hatillo de ropa y buscaron refugio con el colchón al hombro.

La gran mayoría con uno de los pocos destinos posibles en mente: las escuelas gestionadas por la UNRWA, que ya se encuentra al borde de la capacidad establecida en el plan de contingencia, que cifraba loa posibles desplazados en 50.000.

"La cifra de personas que han buscado refugio en la UNRWA desde el inicio de la ofensiva se ha doblado hoy, de las 22.000 que había hasta cerca de 40.000. Los estamos acomodando en 34 centros de la agencia", afirmó Gunness.

Funcionarios de la UNRWA en Gaza explicaron esta semana a Efe que la capacidad de la agencia es de 50.000, pero solo si se trata de un conflicto corto

Para poner el primer parche, la agencia "ha lanzado un petición de ayuda a los donantes de 60 millones de dólares para trabajos de emergencia".

"Esto sería suficiente para cubrir las provisiones de los desplazados el mes siguiente y reponer las partidas de emergencia para los seis meses venideros", explicó Gunness, quien volvió a exigir a las partes que respeten el derecho humanitario internacional.

El Ejército israelí emprendió anoche una incursión terrestre en Gaza, que como primera consecuencia tuvo un recrudecimiento de los bombardeos en el norte y el sur de la franja, en particular en los barrios septentrionales de Beit Lahia y Beit Janun.

Días antes, y en medio de intensos bombardeos aéreos, Israel avisó a la población de ambas barriadas, calculadas en unas 100.000 personas, que abandonaran sus casas lo que causó un primer flujo de desplazados.

A parte de las escuelas de la UNRWA, los gazatíes no tienen otro lugar para huir, ya que Israel impone un asedio militar por tierra y mar sobre la franja, y Egipto mantiene cerrado el paso de Rafah, que comunica Gaza con el resto del mundo.

"Queríamos quedarnos en nuestra casa. No tener que vivir de prestado. Pero ayer fue horrible. las bombas no dejaban de caer y los niños no podían dormir", explicaba esta mañana a Efe Umm Salah, una mujer de 32 años procedente del barrio de Zaitum

"Aquí los niños duermen. No mucho, pero duermen. No hay nada seguro en Gaza, pero aquí nos sentimos mejor", agregaba a su lado Lamia, su hermana.

En torno, cientos de chiquillos, la mayor parte de ellos sucios y desarrapados, retozaba en el suelo con la mirada triste y el sueño pegado a sus pestañas.

Según datos de la propia UNRWA, más de la mitad de los cerca de dos millones de personas que viven en Gaza son niños o menores de edad.

Afectados en su desarrollo psicológico por el conflicto y el asedio, son ahora también una de las principales víctimas mortales: alrededor de medio centenar de ellos han perdido la vida en once días de ataques.

En el plano bélico, Israel aseguró haber arrestado hoy a trece palestinos a los que buscaba por pertenecer al brazo armado de Hamás y dijo haber destruido una veintena de lanzaderas de cohetes y más de una decena de túneles, que asegura son su principal objetivo.

Las milicias, por su parte, han proseguido con su lanzamiento de cohetes contra Israel, en menor medida, y sin causar víctimas.

Netanyahu, que hoy volvió a hablar con el presidente de EEUU, Barak Obama, y otros líderes mundiales, insistió de nuevo en que el Ejército dispone del tiempo que sea necesario y que se adentrará en Gaza todo lo que estime oportuno.Al menos 18 palestinos y un soldado israelí muertos en el inicio de la incursión terrestre

Al menos 18 palestinos y un soldado israelí murieron en las primeras horas de la incursión terrestre de Israel en Gaza, iniciada anoche, informaron fuentes oficiales.

Según la portavocía castrense, el uniformado, de 20 años, pereció anoche en un combate y dos más resultaron heridos, uno de ellos de gravedad, en la localidad septentrional de Beit Hanun, en circunstancias aún no esclarecidas.

La televisión israelí indicó que las Fuerzas Armadas investigan si el soldado perdió la vida en un tiroteo cruzado por "fuego amigo".

Fuentes médicas palestinas indicaron a Efe que al menos 18 civiles, entre ellos un bebé de dos años, perecieron por acciones de la artillería y la aviación israelí en las primeras horas de la incursión terrestre.

El bebé pereció, junto a otra persona, en bombardeos artilleros sobre la ciudad meridional de Rafah, en la frontera de Egipto, una de las más castigadas.

Con estas nuevas muertes, asciende a 261 la cifra de palestinos matados por los ataques israelíes desde que el pasado 8 de julio arrancara la tercera ofensiva contra Gaza desde que en 2007 el movimiento islamista Hamás se hiciera con su control.

Más de 2.000 personas han resultado heridas, mientras que un ciudadano israelí ha perecido a consecuencia del lanzamiento de misiles.

Las fuerzas israelíes aseguraron, asimismo, que durante los duros combates de anoche mataron a 14 milicianos palestinos y que durante uno de los enfrentamientos un proyectil antitanque fue lanzado contra una de las excavadoras blindadas, lo que causó daños pero no víctimas.

Durante esas primeras horas de combate, las fuerzas terrestres israelíes atacaron 103 posiciones islamistas, entre ellas una veintena de lanzaderas de cohetes y alrededor de nueve túneles, afirmó el Ejército, que definió las operaciones como "exitosas".

En contra, las milicias palestinas lograron lanzar 45 cohetes contra Israel, 25 de los cuales cayeron en el territorio sin causar daños ni víctimas, mientras que los otros 20 fueron interceptados por el sistema antiaéreo "Iron Dome".

La incursión terrestre israelí en Gaza se produjo tras seis horas de alto el fuego humanitario pedido por la ONU, al término del cual las milicias lanzaron más de un centenar de cohetes contra el centro y el sur de Israel.

Según responsables castrenses, su objetivo es destruir la capacidad militar de las milicias, y en particular los túneles y la estructura bélica de Hamás, además de impedir el lanzamiento de cohetes.

Desde entonces, la Franja es escenario de fuertes combates, principalmente en el norte y el sur, y de intensos bombardeos de la aviación, la artillería y la marina de Guerra israelí.

Durante toda la mañana, las milicias han continuado con el disparo de cohetes sobre el sur y el centro de Israel, y el Ejército israelí con los bombardeos sobre la Franja.

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