De cara al invierno

Italia sigue a Alemania y acelera en las compras de carbón tras la amenaza rusa

Draghi, que descarta por ahora declarar el estado de alerta energética, asegura que el nivel de depósitos de almacenamiento de gas en el país el del 55%, en línea con el resto de sus socios del bloque comunitario.

Mario Draghi
Italia sigue a Alemania y acelera en las compras de carbón tras la amenaza rusa. 
DPA vía Europa Press

El Gobierno italiano ha decidido incrementar sus compras de suministros de carbón como medida de prevención para aumentar si fuera necesario la producción de energía en las centrales del país de cara al invierno, pero no declarará por ahora el estado de alerta energética. Así lo afirmó el Ministerio de Transición Ecológica en una nota, en la que señaló que el nivel de los depósitos de almacenamiento de gas en Italia es del 55%, en línea con el resto de países europeos.

El ministerio mantuvo una reunión de emergencia este martes con los miembros del Comité Técnico de Emergencia y Seguimiento del Sistema de Gas Natural (CTEM) para comprobar el nivel almacenado de gas en el país, después de que Rusia haya disminuido los envíos al continente en los últimos días, como respuesta a las sanciones impuestas por la Unión Europea (UE) ante su invasión en Ucrania.

El Comité ha acordado planificar más compras de carbón con carácter prudencial para poder incrementar la producción en las plantas térmicas nacionales desde agosto si la disminución del gas de Moscú hacia Europa continúa. Sin embargo, no consideró necesario aumentar el nivel actual de prealerta y pasar al de alerta, ya que el país puede adoptar todavía medidas preventivas para afrontar los desafíos de cara a los últimos meses del año.

Antes de la guerra en Ucrania, Italia importaba el 90% de sus suministros de gas anuales y el 40% lo hacía de Rusia, pero desde el conflicto está buscando proveedores alternativos y ha firmado acuerdos con países como Argelia, su segundo suministrador, pero también con la República del Congo, Qatar o Angola. En los últimos días, Rusia ha reducido el envío de gas a los países europeos y esto ha provocado un encarecimiento aún mayor de sus precios en los mercados energéticos internacionales y que países como Alemania o Italia decidan aumentar sus adquisiciones de carbón como prevención, algo que puede amenazar los planes del Viejo continente de avanzar en su descarbonización.

Con esta decisión, Italia sigue los pasos de sus socios alemanes, que han anunciado su apuesta por el carbón como la solución más rápida ante la crisis energética que atraviesa el país. "Para reducir el consumo de gas, se debe usar menos para generar electricidad. En su lugar, habrá que utilizar más las centrales eléctricas de carbón". Fueron las palabras de Robert Habeck, vicecanciller alemán, ministro de Economía y Protección Climática y uno de los principales representantes de Los Verdes. El destino ha querido que el partido ecologista, por primera vez en el Ejecutivo alemán, asuma la gestión de una crisis energética inédita. El escenario actual responde, precisamente, a una transición hacia las energías renovables aún incompleta que ha dejado a Europa a merced de su principal proveedor energético, Rusia.

Pero no son los únicos. Austria, el segundo país europeo que descarbonizó por completo su generación eléctrica, también se ha visto obligada a reabrir una planta de carbón cerrada desde hace dos años para poder producir electricidad a partir de carbón "en caso de emergencia". La planta de Mellach, situada al sur de Viena, es propiedad de la empresa estatal Verbund, valorada en 16.300 millones de euros en la Bolsa de Austria. Mientras, el Gobierno de Reino Unido extendió la vida útil de una central eléctrica de carbón en un intento por "reforzar" la seguridad energética y Francia decidió permitir que sus dos últimas centrales eléctricas de carbón operativas aumentaran la producción.

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