Jordania debate la esterilización de las mujeres con discapacidad

  • En muchos países europeos -incluido Españ- se practica la esterilización forzosa de las mujeres con discapacidad mental, según el Comité Español de Representantes con Discapacidad. La extirpación del útero en estas mujeres está permitida si se obtiene su consentimiento, y también sin él -como en España-. En Jordania hay leyes que prohíben la histerectomía forzosa, pero las lagunas legales al final dejan en muchos casos la decisión final en manos de los médicos.
Tom A. Peter | GlobalPost

(Amán, Jordania).En muchas partes del mundo hay familias que están pidiendo a médicos que extirpen los úteros de sus hijas con discapacidad mental. Aunque se han producido algunos casos que han sido ampliamente difundidos en países tan diferentes como el Reino Unido, Jordania, India y EE UU, la mayor parte de estas histerectomías se están realizando sin apenas voces de rechazo entre la opinión pública, ni siquiera entre algunos grupos de defensa de los derechos de las personas con minusvalías.

En Jordania, una región donde el papel de la mujer está en constante evolución, este tema ha entrado a formar parte recientemente del debate público, desencadenando una polémica que ha generado preocupación sobre el tratamiento que se le está dando a las mujeres que padecen algún tipo de discapacidad mental.

Si bien los médicos que apoyan la extirpación del útero de estas mujeres insisten en que es una práctica que mejora su calidad de vida, tanto la de ellas como la de sus familias, quienes se oponen dicen que es una forma de violencia de género y una violación de los derechos humanos.

“Esto es una humillación de los derechos humanos. No tenemos el derecho a decidir por esas chicas”, dice Manal Tahtamouni, una ginecóloga jordana que participa en una campaña para erradicar esta práctica. En un taller realizado con familias para explicarles los riesgos de extirpar el útero a sus hijas, Tahtamouni detectó que muchas de ellas aseguraban que “sus cuidadores les aconsejaban hacer esto”. Por ello, su principal preocupación en este momento es “si se convertirá en algo común en el futuro”.

Por lo que respecta a la situación en Europa, la comisionada de Género del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), Ana Peláez Narváez, ha asegurado recientemente en Solidaridad Digital que existen evidencias de que la esterilización forzada -sin que las mujeres comprendan el fin de la operación quirúrgica- se sigue practicando en muchas personas con discapacidad intelectual en el continente.

Peláez, que también es vicepresidenta del Comité de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, pide -según informa Solidaridad Digital- que las autoridades revisen la normativa legal que regula la esterilización forzada, abordando las cuestiones relativas al “consentimiento informado” y a la “capacidad legal”, para asegurarse de que no se vulneran los derechos fundamentales de estas mujeres.

En España, la ley permite la esterilización en estos casos "sin el consentimiento e incluso conocimiento de la persona interesada bajo el pretexto de su propio bienestar", según un informe del CERMI de 2009 ante la ONU. Para esta organización "estamos ante un hecho que plantea la máxima atención y urgencia porque, nosólo se vulnera la integridad de la persona con discapacidad, si no que además se la incapacita legalmente".

Resulta difícil calcular exactamente el alcance real de esta práctica en todo el mundo, afirma Curt Decker, director ejecutivo de la National Disability Rights Network (NDRN) de EEUU. Sin embargo, esta organización ha recibido miles de preguntas de familias a través de su página en internet en las que se interesan por este drástico método.

La NDRN puso en marcha hace dos años una campaña informativa en Washington D.C. tras descubrir que unos médicos le habían extirpado a una niña con discapacidades el útero y parte de las glándulas mamarias, y además le habían recetado un tratamiento con hormonas para limitar su desarrollo.

Decker y otros miembros de su organización se enteraron de la operación dos años después de que se hubiese producido, cuando un endocrinólogo publicó un artículo al respecto en una revista médica, sugiriendo que ese debe de ser el camino a seguir en otros casos similares.

“Si esto está ocurriendo en un país que tiene un mecanismos importantes para la defensa de los derechos civiles de las personas con discapacidades, no creo que sea muy descabellado preguntarse si también está pasando en países en donde se castra a las mujeres”, plantea Decker.

En Jordania hay leyes que técnicamente prohíben este procedimiento, pero tienen grandes lagunas que dejan el margen suficiente para que los médicos hagan este tipo de operaciones. Aunque especialistas como Tahtamouni subrayan que estas técnicas sólo se están aplicando a un puñado de mujeres cada año en su país, asegura que los riesgos para la salud y su posible violación de los derechos humanos hacen que se les deba de poner freno de inmediato y prohibirlas por ley.

Quienes defienden estas histerectomías preventivas argumentan que para muchas mujeres discapacitadas esto supone una forma de mejorar su higiene personal al dejar de tener la menstruación. Isam Shraideh, un ginecólogo jordano que apoya estas operaciones en casos de discapacidades severas, dice que la menstruación puede a veces resultar algo muy difícil de entender para algunas mujeres.

Además, en las familias más grandes, las familias a menudo no tienen capacidad para cuidar a estas mujeres de manera adecuada cuando tienen el periodo.“Hay que tener en cuenta nuestras tradiciones en el mundo árabe. Las mujeres se quedan expuestas cuando tienen el periodo. Es algo que puede resultar muy desagradable para el resto de miembros de la familia”, dice Shraideh. “El útero no es necesario porque estas chicas tienen retraso mental, y, tal y como lo entendemos nosotros, no se deberían de casar. Entonces, ¿por qué conservar el útero?”

Aún así, muchos activistas aseguran que estas operaciones tienen más que ver con el hecho de que una mujer con discapacidad mental puede salir de casa sin compañía, ser violada y quedarse embarazada.

En Jordania las violaciones de este tipo son algo extremadamente raro, pero es un tema que preocupa a muchas familias, ya que puede conducir a crímenes de honor, afirma Asma Khader, secretaria general de la Jordanian National Commission for Women.Las familias “creían que este es un sistema para prevenir cierto tipo de delitos sexuales”, explica Khader. “Pero la verdad es que las violaciones se siguen produciendo, y este sistema solo puede prevenir los embarazos... Es una práctica que hará que los delitos sexuales sean aún más fáciles”.

Antes de realizar una histerectomía en una mujer con discapacidad mental, Shraideh dice que tanto él como el resto de sus colegas hacen una rigurosa evaluación de la paciente, incluyendo pruebas físicas y psicológicas cuyos resultados deben de justificar la cirugía. Shraideh, que dice tratar entre dos o tres casos de este tipo al año, afirma que “es un acto verdaderamente humano hacerles una histerectomía para que puedan mantener su dignidad”.

Sin embargo, los ginecólogos como Tahtamouni que se oponen a estos métodos creen que con un poco de tiempo estas mujeres pueden ser enseñadas a cuidar de si mismas durante la menstruación, y que sus familias deberían de preocuparse más de protegerlas de posibles violaciones y no tanto de prevenir embarazos.

*(Texto editado por lainformacion.com para adaptarlo al público español).

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