Kim Kardashian ha abierto las puertas de su corazón y de su mansión en Calabasas, California, a la revista Vogue. La celebrity ha recibido a un equipo de la revista para responder a 73 preguntas sobre su vida y su familia. Nada más abrir las puertas de su residencia, la empresaria ha bromeado con su marido cuando este ha dicho que estaba "listo para la entrevista". Muy divertida, Kim le ha dicho a su esposo que las preguntas eran para ella y no para él.
La influencer ha reconocido que su rutina diaria es muy estricta: se levanta a las 5.45h, se lava los dientes y lleva a cabo unos ejercicios de gimnasio. Su jornada, ha asegurado, comienza "bien temprano" y nunca cambia. "No tengo ningún día relajado".
Ante las preguntas sobre su hogar, Kardashian apunta que le gusta que tenga una estética de "monasterio minimalista". Lo quiere todo muy blanco y sin apenas muebles para que dé sensación de amplitud y espacio. En lo que respecta a sus cuatro hijos, a la empresaria le apasiona escuchar el "te quiero" de sus pequeños. Su marido, Kanye West, coincide plenamente con ella.
Una entrevista muy personal que sirve para acercar más la figura de la mayor celebridad de Instagram.
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