La burocracia retuvo a la Guardia Civil en España seis meses antes de poder viajar a Bolivia a rescatar a la niña marroquí

    • La pequeña estuvo siete meses retenida por su captor en una zona donde no entendía la lengua y mientras convivía con un hombre como si fuera su pareja
    • Hace unas semanas, el instituto armado liberó a dos personas en Túnez en apenas 48 horas después de estar un mes con papeleo y formalidades

La semana pasada, un equipo de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil rescató a una niña marroquí que residía en Barcelona y que había sido secuestrada por su vecino, que se la había llevado a la selva de Bolivia.El captor, Grover Morales, se había ganado la confianza de los padres de la pequeña, a los que consiguió convencer para que le dejaran llevarse a la niña con él durante unos días con el fin de que conociera Bolivia. Al llegar allí, dijo haber perdido la documentación de la menor y que por ello tardaría algo más en volver a España. Poco después, cesaron las comunicaciones y los padres denunciaron los hechos ante los Mossos d'Esquadra porque empezaban a temerse lo peor.

Inmediatamente, la policía autonómica puso la investigación en manos de la Guardia Civil, ya que las pesquisas requerían iniciar trámites a nivel internacional. El instituto armado tardó siete meses en liberar a la pequeña. De este tiempo, seis meses fueron invertidos únicamente en trámites burocráticos.

Así lo explica el jefe del Grupo de Secuestros de la Guardia Civil y responsable de las diligencias policiales, Álvaro Montero, quien subraya que durante ese medio año apenas se pudieron hacer avances desde el punto de vista operativo. Los agentes se dedicaron a conseguir los contactos diplomáticos y los permisos administrativos necesarios para poder desplazarse al lugar en un marco jurídico seguro."Cuando finalmente pudimos estar en la zona, fue cuestión de menos de un mes localizar a la niña; los anteriores seis meses se pudo hacer muy poco", recuerda Montero.

Durante el tiempo que duró el secuestro, la niña se vio expuesta atodo tipo de situaciones conflictivas. Tuvo que trabajar en campos cocaleros y vender zumos que ella misma preparaba, entre otras actividades.

Una vez que los guardias civiles consiguieron los permisos, se desplazaron a la zona y comenzaron una investigación sobre el terreno ayudados de la Policía boliviana. En pocos días, dieron con lugares por los que había pasado el secuestrador y personas con las que había estado en contacto. Agentes y captor estuvieron un par de semanas como el perro y el gato por la selva. Cuando Morales se enteraba de que estaban cerca, cogía a la niña y le obligaba a acompañarle en largas caminatas que duraban varios días a través de terrenos intransitables con el fin de escapar.

Según relata el jefe de Secuestros de la Guardia Civil, durante todo el tiempo que duró la etapa previa y la investigación sobre el terreno, el captor convivía con la niña "como si fueran un matrimonio". "La pobre estaba viviendo un infierno", asegura el comandante. Además, en esa zona no se habla castellano, sino el quechua, con lo que la niña estuvo los siete meses sin entender una sola palabra. De hecho, como recuerda Montero, "en elmomento en que escuchó a un guardia civil hablar castellano, la niña se puso a llorar y se abrazó a él".

El comandante reconoce que no es el único caso en el que las gestiones previas al desplazamiento conllevan mucho más tiempo que el que posteriormente ocupa la liberación de un secuestrado. "Hace unas semanas, rescatamos a dos personas que llevaban alrededor de un mes secuestradas en Túnez; desde que llegamos allí hasta que fueron liberadas pasaron 48 horas".El tiempo juega en contra

El tiempo necesario para conseguir los contactos diplomáticos y los permisos necesarios para que un equipo de especialistas se desplace hasta la zona pude variar considerablemente según el país donde tenga lugar el secuestro. Estados como México permiten que la partida de los agentes sea inmediata, otros como Túnez pueden llevar varios días, aunque aún existen destinos más difíciles, como ha sido el caso de Bolivia.

Para agilizar las gestiones previas, la Guardia Civil estableció en 2011 la Red Iberoamericana Antisecuestro (RIAS), en la que colaboran las unidades policiales especializadas de todo Centroamérica, Sudamérica, España y Portugal. Además, nuestro país pertenece a la red antisecuestro EUNAC, que cumple las mismas funciones en el ámbito europeo y en la que, además de la Guardia Civil, también participa el Cuerpo Nacional de Policía.

El buen funcionamiento de estas redes es fundamental para agilizar los trámites previos al desplazamiento. El tiempo es un elemento definitivo para determinar el buen o mal fin de estas investigaciones y siempre corre en contra de las fuerzas de seguridad."En un secuestro hay una vida en juego y, ya no cada día, sino cada hora es fundamental", remarca el comandante Montero.Sin embargo, no siempre se realizan con rapidez estas acciones burocráticas, como ha ocurrido en el caso de la niña marroquí o en el citado de Túnez, donde afortunadamente se ha conseguido liberar con vida a los raptados.

En los últimos meses, la Guardia Civil se ha desplazado a Túnez, México o Bolivia, entre otros países, en lo que parece ser un ligero incremento en el número de secuestros que sufren ciudadanos españoles que se desplazan a otras zonas del mundo. "Últimamente, por desgracia, sí que se están cometiendo algunos secuestros a ciudadanos residentes en España que están por cualquier parte del mundo por trabajo o por el motivo que fuera", explica Montero.

"Tenemos que saber que fuera de nuestras fronteras hay otros países en los que el secuestro es una forma de financiación que utilizan las organizaciones criminales", advierte el responsable de la Guardia Civil, que pide a los que viajen fuera "tener un poquito de precaución e informarse antes, porque podemos ser víctimas de un secuestro". Es bueno, asegura, "conocer el destino antes de salir, sus costumbres, a qué sitios no se puede ir, etc. para evitar alguna situación peligrosa".

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