La lluvia contribuye a controlar una parte de los incendios que arrasan Portugal

Incendio Portugal
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Incendio Portugal
La lluvia contribuye a controlar una parte de los incendios que arrasan Portugal. / EFE 

Los incendios que comenzaron el sábado y mantenían cercadas varias poblaciones del centro de Portugal están "en fase de resolución", aunque Protección Civil alerta de los riesgos de un cambio de temperaturas y los vientos previstos para este martes. La lluvia caída durante la noche contribuyó a controlar los frentes de Vila de Rei e Mação, aunque aún no se apagaron las llamas.

"La situación es considerablemente más favorable en comparación con el final del día de ayer", ha asegurado el comandante Luís Belo Costa, coordinador de las operaciones contra el fuego.

"Aún hay puntos de combustión viva pero no se puede considerar un frente activo", afirmó durante una comparecencia ante los medios para anunciar el primer informe de la jornada. Los incendios, que han arrasado más de 8.500 hectáreas, obligaron a atender a 39 personas, entre ellas 15 heridos leves y uno de extrema gravedad, que permanece en coma inducido.

Según Protección Civil, solo en el distrito de Castelo Branco, el más afectado, continúan trabajando unos 1.200 bomberos y 380 vehículos. Las autoridades se mantienen en alerta porque esperan un cambio en la meteorología en las primeras horas de la tarde, con vientos y elevadas temperaturas en la zona central del país.

Los incendios comenzaron el sábado y parecían controlados hoy, pero las temperaturas y el viento de las últimas horas avivaron las llamas durante la tarde, con cuatro frentes en las aldeas de Cardigos, Roda y Casais de São Bento que avanzaban hacia la vecina de Proença-a-Nova, donde las autoridades ya están movilizadas.

Más de un millar de efectivos 

Más de un millar de efectivos, auxiliados por aviones y helicópteros, combaten las llamas en una región muy próxima a Pedrogao, donde hace dos años se registró una de las mayores tragedias que recuerda Portugal, con 66 muertos por el fuego.

La situación se complicó sobremanera en los pueblos de Sao Bento y Chaveira, donde varios frentes se reactivaron cerca de los cascos urbanos. "Todo era una lumbre y el pueblo parecía más un infierno que otra cosa", explicaba a Efe Albertina Silva, una septuagenaria habitante de Sao Bento.

"Está siendo un incendio muy difícil, ya que durante la mañana parecía apagado y durante la tarde ardió de nuevo", comentaba su vecino Vítor Esteves. La tensión de las últimas horas se ha traducido en severas críticas de los alcaldes de las zonas afectadas contra el Gobierno por la gestión de los recursos.

El regidor de Vila de Rei, Ricardo Aires, llegó a decir a medios locales que "el Estado ha vuelto a fallar", aunque después, más calmado, matizó a Efe: "No voy a decir que el Estado ha fallado, pero los medios son pocos". "Yo no les digo a los que son los primeros responsables por la protección civil en cada municipio, que son los alcaldes, lo que deben hacer para prevenir", respondió el primer ministro, el socialista António Costa, que ya sufrió un importante desgaste político por su gestión tras la tragedia de 2017.

Las críticas se han centrado sobre todo en el uso de los medios aéreos, especialmente después de que un diputado del conservador PSD (centro-derecha, líder de la oposición) desvelase que tres helicópteros estaban paralizados en el norte de Portugal.

La Autoridad Nacional de Aviación Civil lusa explicó que ello se debía a que la empresa que los opera no realizó a tiempo el proceso de certificación, pero que esta tarde ya recibieron la autorización necesaria para volar. La ayuda por vía aérea también llegó desde España, que envió dos aviones anfibio pesados a petición de Portugal. 

Las llamas han recorrido unos 25 kilómetros 

Las llamas, que han recorrido unos 25 kilómetros desde el sábado, han arrasado más de 6.000 hectáreas y han dejado unos 30 heridos, aunque sólo uno permanece en estado de máxima gravedad, en coma inducido. Además del incendio de Vila de Rei, preocupa un fuego declarado en la tarde del domingo en Penedono, también en el centro del país, que se ha complicado durante la jornada de este lunes y ya reúne a casi 200 bomberos y cuatro medios aéreos. "Las casas están a salvo, ya que todo lo que está próximo al pueblo, ardió", explicó a Efe Rui Nunes, un vecino de Roda.

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