La lucha entre el PKK y el Ejército turco empuja al éxodo a miles de kurdos

    • Con la nevera a cuestas, miles de personas empiezan a huir de la ciudad históricaDiyarbakir donde se han generalizado el toque de queda desde hace varios meses.

    • La huida se ha intensificado y se calcula que hasta 15.000 personas habrían salido de la zona amurallada de la ciudad entre el miércoles y el jueves.

Con la nevera a cuestas miles de personas empiezan a huir de la ciudad histórica de Diyarbakir. Situada en el sureste de Turquía, sus negros muros del siglo IV han dejado de ser una fortaleza para convertirse en una ratonera. Desde hace varios meses, las milicias kurdas se enfrentan cuerpo a cuerpo al ejército turco en las calles. Las milicias kurdas cavan zanjas, levantan barricadas y copan las calles de minas para evitar que entre la policía, al tiempo que empujan a miles de personas al éxodo.

Los hombres cargan a su espaladas sacos llenos de ropas, mantas y enseres. Las mujeres despavoridas huyen con los puesto mientras que los más pequeños agarran su muñecos y peluches antes de que los combates alcancen el interior del casco antiguo. Son ya varias noches seguidas de toque de queda.

Hasta finales del mes pasado, los desplazados se contaba por decenas de miles, pero en los últimos días, al extenderse el toque de queda, la huida se ha intensificado y se calcula que hasta 15.000 personas habrían salido de la zona amurallada de la ciudad entre el miércoles y el jueves.

Diyarbakir, de mayoría kurda, es escenario de un recrudecimiento de los enfrentamientos entre fuerzas de seguridad turcas y el PKK que hasta hace unas semanas estaban circunscritos a los alrededores rurales de la ciudad, pero que ahora se han trasladado a la urbe, afectando a la población civil.

Vehículos blindados, hombres armados, disparos...son el sonido de las calles de esta ciudad que data de la época bizantina y donde se ha instalado el miedo y la violencia. Según la prensa local, más de 2.000 personas han huido del distrito sur tras los enfrentamientos del miércoles.

La zona donde se ha introducido el toque de queda de 24 horas se ha extendido a cinco distritos de Diyarbakir para 'restablecer el orden público', según la oficina del gobernador tampoco pueden entrar en las áreas cuando se llevan a cabo enfrentamientos.

Más de un centenar de policías y militares y cientos de milicianos del PKK han muerto desde que se reanudaron los enfrentamientos tras el fracaso del alto el fuego pactado entre las partes en el marco de las negociaciones de paz iniciado en 2012.

Es el peor estallido de violencia que vive Turquía en las dos últimas décadas. Desde que el PKK se alzó en armas en 1984 para reivindicar la independencia del sureste turco de mayoría kurda han perdido la vida por la violencia más de 40.000 personas

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