El alcance de la tecnología de vigilancia de la que dispone actualmente Estados Unidos es difícil de medir para alguien no versado en la materia, pero bien podríamos decir que hoypueden encontrar una aguja en un pajar.
Cuando la comunidad internacional reza porel rescate de las 200 escolares secuestradas en Nigeriapor Boko Haram, merece la pena recordar los precedentes que inclinan la balanza favorablemente al empleo de la tecnología militar para la búsqueda.
Durante dos noches en julio de 1995, las tropas serbobosnias comandadas por el general Ratko Mladic,ejecutaron a 8.000 musulmanes, hombres y niños, en la población de Srebrenica y sus alrededores, en el este de Bosnia, para después enterrarlos en fosas comunes.
Las evidencias de la matanza deSrebrenica las obtuvoun satélite militar de Estados Unidosy fueron mostradas por vez primera al presidente Clinton el 4 de agosto de 1995 en una reunión secreta.
El siguiente paso de Washington fue autorizar a su embajadora ante las Naciones Unidas, Madeleine Albright, a que presentara las fotografías obtenidas por satélite ante el Consejo de Seguridad.
El 16 de agosto, un periodista del Christian Science Monitor, David Rohde, recibió permiso para visitar la zona, pero en en vez de dirigirse directamente a Pale, se detuvo en Nova Kasaba, con una copia recibida por fax de la imagen de satélite.
Después de buscar durante dos horas, Rohde encontró evidencias de una reciente excavación, halló cargadores vacíos, el diploma de la escuela primaria de un residente de Srebrenica, y una pierna humana en descomposición. Su reportaje publicado el 18 de agosto de 1995 ganó un premio Pulitzer.
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