La economía está al borde del colapso

La ONU pide a los vecinos de Afganistán abrir fronteras para evitar la catástrofe

La economía está al borde del colapso mientras miles de afganos intentan huir del país. "Todavía pueden pasar por Pakistán, pero el cruce está muy regulado", advierte Naciones Unidas.

Las explosiones tuvieron lugar mientras miles de personas trataban entre empujones de acceder a alguno de los vuelos de evacuación desde la toma de la capital afgana.
La ONU pide a los vecinos de Afganistán abrir fronteras para evitar la catástrofe
EFE

La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha pedido este viernes a los países vecinos de Afganistán que no cierren sus fronteras a la gente que busca huir del país para evitar que la situación se convierta en "una catástrofe humanitaria". Según el portavoz de ACNUR Babar Baloch, de visita en Pakistán, muchos afganos podrían verse disuadidos de cruzar la frontera por pensar que no tienen los papeles necesarios o que tendrían que enfrentarse a guardias armados. "Todavía pueden pasar por Pakistán, pero el cruce está muy regulado", ha señalado el portavoz, según detalla un comunicado distribuido por el organismo.

Frente a la crisis de refugiados afganos que se avecina tras la toma de poder por parte de la insurgencia talibán el pasado 15 de agosto, las autoridades de Pakistán anunciaron esta semana el cierre temporal de los principales pasos fronterizos. En el comunicado, la agencia de la ONU ha defendido también que "aunque muchas personas pueden no tener los documentos necesarios para salir, sí tienen una necesidad imperiosa de protección internacional".

La economía de Afganistán, muy dependiente de la ayuda exterior en las casi dos décadas de ocupación estadounidense, está al borde del colapso desde que la llegada al poder de los talibanes motivase la suspensión de los fondos internacionales, incluido el Fondo Monetario Internacional (FMI), lo que paralizará parte de los logros económicos del país asiático. La nación cumple este sábado cinco días sin la presencia de tropas extranjeras y todavía no ha nombrado a los futuros dirigentes del país, una cuestión que empieza a preocupar a una población que arrastra severos problemas económicos causados por la décadas de guerra, la sequía y la covid-19, entre otros. A esto se suma la congelación total de las ayudas procedentes de la comunidad internacional, que suponían alrededor del 43 % del producto interior bruto (PIB) del país, según los datos del Banco Mundial.

Por su parte, la ONG Human Rights Watch (HRW) ha advertido de que se necesita una respuesta urgente a los desafíos en materia alimentaria, de educación y salud que enfrenta el país tras la toma del poder por parte de los talibán. Para ello, han instado a la comunidad internacional a que continúen invirtiendo en ayuda humanitaria para la región. "Los gobiernos donantes tienen reparos comprensibles a proporcionar asistencia y financiación a Afganistán bajo el gobierno de los talibán, dado su terrible historial en derechos y los recientes abusos", ha asegurado la directora adjunta de Asia en HRW, Patricia Gossman. "Para prevenir que una situación difícil se vuelva aún peor, los donantes internacionales deberían acordar urgentemente apoyar a las agencias internacionales y los grupos no gubernamentales que puedan proporcionar ayuda de emergencia en alimentación, salud y educación", ha defendido Gossman, en un comunicado difundido este viernes.

En la misma línea, la organización ha pedido también que se revisen las sanciones que el Consejo de Seguridad de la ONU, Estados Unidos y la Unión Europea, entre otros, habían impuesto a los talibán durante su anterior etapa al frente de Afganistán.

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