La participación alcanza el 60% en las elecciones legislativas iraníes

Alrededor del 60% de los electores empadronados votaron en la elecciones legislativas celebradas el viernes en Irán, cuyos primeros resultados oficiales no permiten por el momento designar un ganador.

Sobre 27 escaños, o sea menos del 10% del total, los conservadores y los reformadores, los dos grandes rivales de la elección, obtuvieron ocho y cuatro respectivamente.

Un escaño fue para un candidato apoyado tanto por los conservadores como por los reformadores y ocho para independientes, según la agencia ISNA. Los seis restantes se atribuirán en la segunda vuelta de la elección, cuya fecha aún no ha sido fijada.

Estas elecciones son muy importantes para el presidente moderado Hasan Rohani y sus aliados reformadores que esperan vencer a los conservadores para poder continuar con su política aperturista.

"Al menos 33 millones" de los 55 millones de electores iraníes votaron, dijo el portavoz del ministerio del Interior, Hosein Ali Amiri.

La participación en las legislativas de 2012 fue del 64,2%, pero de sólo un 48% en Teherán.

Los resultados de algunas provincias podrían conocerse este sábado, pero los de Teherán y sus 5,5 millones de electores deberían estar disponibles recién el lunes.

Los resultados definitivos, que deben ser validados por el poderoso Consejo de los Guardianes de la Constitución (controlado por los conservadores), se conocerán dentro de varios días.

Los colegios electorales para la elección del Parlamento y de la Asamblea de Expertos (encargada de nombrar al guía supremo), cerraron sus puertas el viernes por la noche, tras varias horas de prolongación.

Los 55 millones de electores estaban llamados a escoger a los 290 miembros del Parlamento y a los 88 miembros de la Asamblea de los Expertos, dos instituciones controladas por los conservadores.

Estas elecciones son las primeras desde el histórico acuerdo sobre el programa nuclear iraní que alcanzaron en julio las grandes potencias y Teherán, y que deberá permitir al país abandonar su aislamiento y reactivar una economía debilitada por casi diez años de sanciones internacionales.

La mayoría de estas sanciones se levantaron a mediados de enero con la entrada en vigor del acuerdo nuclear.

Rohani, elegido en 2013, confía en que este avance invierta la tendencia en favor de los reformistas y moderados, principalmente en el Parlamento.

Esto le ayudaría, especialmente mediante las esperadas inversiones extranjeras, a aplicar una política de reformas económicas y sociales antes del final de su primer mandato en 2017.

Los reformadores habían boicoteado las elecciones legislativas de 2012 en protesta contra la reelección del presidente ultraconservador Mahmud Ahmadinejad en 2009, que consideraban fraudulenta.

Este año los reformadores se presentaron en masa, a pesar de que muchos candidatos fueron vetados por el Consejo de los Guardianes de la Constitución que controla las elecciones.

Para fortalecer las posibilidades de victoria, los reformadores se aliaron con los moderados, algunos de los cuales pueden ser conservadores, y presentaron la lista común "Esperanza".

Los conservadores organizaron por su lado una gran coalición que, en sintonía con la línea del Guía Supremo, el ayatolá Alí Jamenei, que se inquieta de un riesgo de "infiltración" extranjera en caso de una victoria de reformadores y moderados.

"Tenemos enemigos" que debemos "decepcionar", dijo Alí Jamenei el viernes en el momento de votar.

Alí Jamenei, 76 años, aprobó el acuerdo nuclear, pero regularmente expresa su desconfianza hacia las grandes potencias occidentales, en primer lugar Estados Unidos, acusadas de querer "infiltrase" en Irán.

Además de un triunfo en las elecciones legislativas, los reformadores esperan la derrota de los miembros más conservadores de la Asamblea de Expertos, una institución clave de la República Islámica porque es la encargada de designar un nuevo Guía Supremo en el caso de fallecimiento, renuncia o destitución del actual.

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