La piel de burro, el nuevo maná de la industria china que amenaza a la especie

  • El uso masivo de la piel de estos animales para producir un ungüento tradicional chino está mermando a esta especie
Convocan para el domingo una "ruta romana" en burro para rendir un "homenaje" a este animal
Convocan para el domingo una "ruta romana" en burro para rendir un "homenaje" a este animal

El burro es una especie en peligro de extinción en todo el mundo desde hace unos años. Pero ese riesgo está incrementando debido al uso masivo que la industria de la medicina tradicional china está haciendo de su piel. El ejiao, un ungüento típico de esta disciplina, se utiliza cada vez más en todo el mundo y los burros están sufriendo la consecuencia, experimentando una drástica disminución en los últimos años.

En concreto, se le atribuye al ejiao la propiedad de favorecer la producción de sangre, sobre todo en las mujeres. De ahí que su uso se haya extendido tanto a productos de alimentación como de cosmética que se venden en todo el mundo. Por eso, los productores están ávidos de estos animales, lo que está teniendo impacto directo en su supervivencia. Por ejemplo, en China había 11 millones de burros en 1990 y ahora solo quedan 5 millones. Pero la tendencia no queda aquí, pues otros países están sufriendo la misma sangría ya que los productores chinos están ávidos de ejemplares y los buscan por todas partes.

En Kenia en 2016 solo había 900.000, la mitad respecto a 2009. En Botswana solo entre 2011 y 2016 se redujeron un 60%, mientras que en Kirguistán e India solo en el último año el número de burros bajó un quinto. Pero la sed de piel de burro china va más allá y en países como Colombia o Brasil también están notando las consecuencias, según un reportaje de 'The Economist'.

Medidas para contrarrestar la tendencia

Ante esta sangría de animales, a los que además se sacrifica de una forma cruel de un mazazo en la cabeza, muchos países están reaccionando tomando medidas para restringir el comercio y exportación de los burros. En concreto, 15 países asiáticos y africanos han prohibido la venta de estos animales a China, como Pakistán o Botswana. Si bien el gobierno chino ha optado por la vía contraria, pues el pasado enero redujo los aranceles a la importación de burros del 12% al 5%, favoreciendo así que estas prácticas prosigan. 

Por ello, las organizaciones y asociaciones animalistas están tomando medidas para presionar a China y a la industria para que acabe con esta tradición milenaria que está a punto de llevarse por delante a la especie. PETA está siendo de nuevo la más combativa, ya que está presionando a las grandes empresas de distribución para que eliminen los productos que contengan ejiao y se reduzca así el sacrificio de burros.

Gracias a un vídeo en el que explica cómo matan a los burros con tan solo cinco meses de vida para hacerse con su piel, eBay, por ejemplo, ya ha comunicado a PETA que ha eliminado varias series de productos con este ingrediente y que también ha creado nuevos filtros en el portal para que no se les escape ningún artículo con ejiao. Por su parte, Jet.com, propiedad del gigante de la distribución americano Walmart, también se ha comprometido a eliminar estos productos por completo.

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