La policía hondureña desaloja a los seguidores de Zelaya y custodia la embajada de Brasil

- La comunidad internacional pide calma y garantías para la seguridad de Zelaya

La Policía, al servicio del Gobierno de facto, ha desalojado este martes a decenas de seguidores del derrocadopresidente de Honduras, Manuel Zelaya, que estaban apostados frentea la embajada de Brasil en Tegucigalpa. Los agentes han utilizado gases lacrimógenos, balas de goma y agua, mientras que los seguidores del dirigente hondureño han respondido con ellanzamiento de piedras.

Los manifestantes han retrocedido al menos unos 100 metros de laembajada brasileña, que se encuentra ahora custodiada por decenas depolicías y militares. Varias personas han resultado heridas durante la operación policial.

En el interior de la sede diplomática brasileña permanecenel propio Zelaya, varios familiares y algunos seguidores suyos, así como periodistasde medios afines al derrocado mandatario. Zelaya ha denunciado que la Policía y el Ejército "estánreprimiendo al pueblo hondureño con el fin aparente de capturarlo".

En un comunicado difundido por la primera secretaria de la embajadade Honduras en Nicaragua Elizabeth Sierra, el dirigente agrega que los agentes policiales y militares que rodean la sedediplomática brasileña realizaron "un ataque desproporcionado" y pide a los agentes "que depongan la violencia y quese unan al grupo de ciudadanos que luchan por una nueva Honduras".

Por parte del Gobierno de facto, el presidente de Honduras en funciones,Roberto Micheletti, afirmó anoche que pedirá al Ejecutivo de Brasil que brindeasilo político o entregue a las autoridades hondureñas a Zelaya. Su presidente, Luis Inácio Lula da Silva, ha solicitado que la policía hondureña no toque su embaja en Tegucigalpa.

"Los niveles de fuerza adecuados"

El portavoz de la Policía, Orlin Cerrato, ha informado a losperiodistas de que se han tenido que ejercer "los niveles de fuerzaadecuados" para desalojar a los manifestantes. Desde la calle se puede ver a varios seguidores de Zelaya en laterraza de la embajada de Brasil en la capital hondureña.

El ambiente en torno al edificio diplomático es bastantes tenso desde que este lunes llegara por sorpresa el gobernante derrocado. Casi tres meses después de que fuera sacado del país por el Ejército, Zelaya  logró este lunes burlar al régimen golpista y plantarse en plena capital hondureña.

Toque de queda

El Gobierno de facto anunció el cierre a partir de este martes de loscuatro aeropuertos internacionales que tiene Honduras. Tras confirmar la presencia de Zelaya, Micheletti declaró el toque de queda en todo elpaís, que entró en vigor a las seis de la tarde del lunes y finaliza a las tres de la tarde. Posteriormente, Micheletti extendió el toque de queda en el país hasta lasocho de la tarde, según informó laPresidencia de la República.

Zelaya anunció, en su rueda de prensa antes del desalojo, su intención de permanecer en el edificio diplomático por su compromiso vigente "con el pueblo hondureño". "Quiero decirles que estoy comprometido con el pueblo hondureño y que no voy a descansar ni un día, ni un minuto, hasta bajar a la dictadura del poder que no le corresponde", recalcó ante sus seguidores, que aún permanecían frente a la embajada.

Respecto al golpe militar del 28 de junio, Zelaya reconoció que le pilló por sorpresa. "(Los militares) me agarraron descuidado, dormido, pero no se preocupen no me marcharé", dijo en declaraciones recogidas por los medios locales y la emisora Unión Radio.

Zelaya fue sorprendido en su casa donde fue obligado a tomar un avión que le trasladó a Costa Rica. Desde entonces han sido tres las veces que el depuesto mandatario ha intentado ingresar en Honduras aunque hasta el momento sin éxito debido a la postura del Gobierno interino que rechaza su vuelta.