La reducción de la deuda nacional, entre los "objetivos urgentes" de Passos Coelho

LISBOA, 21 (Especial para EUROPA PRESS Raquel López)

El primer ministro de Portugal, Pedro Passos Coelho, afirmó este martes que la reducción de la deuda nacional del país será uno de los "objetivos urgentes" del nuevo Ejecutivo, al considerar que se trata de una "condición necesaria" para hacer crecer la economía y recuperar la "autonomía" sobre las decisiones del país, perdida en gran parte con la firma de un rescate financiero con la UE y el FMI.

Passos Coelho se pronunció así durante el discurso que siguió a la toma de posesión de los once ministros elegidos para formar el nuevo Gobierno de Portugal salido de las elecciones del pasado 5 de junio, siendo tres de ellos propuestos por la tercera fuerza política, el CDS-PP, partido de centro-derecha con el que el que Passos Coelho firmó un acuerdo de coalición para los próximos cuatro años.

"El objetivo de regresar a una trayectoria sostenible de las cuentas públicas es un imperativo urgente para hacer frente a los problemas de corto plazo. Más que eso, es una condición necesaria para tener una economía próspera y creadora de empleo en el medio plazo", subrayó el nuevo primer ministro, en referencia a una de las exigencias de la 'troika' para los próximos tres años: reducir el déficit público del 9,1 por ciento actual al 3 por ciento en 2013.

En una crítica a la gestión de su antecesor en el cargo, el socialista José Sócrates, Passos Coelho afirmó que "Portugal jamás podrá regresar a la ilusión de que la deuda en espiral alimenta el crecimiento". "Sabemos por experiencia propia que la embriaguez de deuda lleva a un falso y corto bienestar hasta que un día llega la factura y el colapso", que se "paga" además con pérdida de "autonomía política". "Reduciremos la deuda para recuperar la capacidad de decidir", subrayó.

En este sentido, reiteró que el Ejecutivo elaborará un Plan de Estabilización Financiera para responder a la "grave situación financiera del país", así como un Plan de Emergencia Social para atender a los colectivos "más vulnerables" de la sociedad portuguesa, prometiendo "un reparto justo de los sacrificios"."HACER MÁS CON MENOS"

Asimismo, situó entre sus prioridades la modernización de la justicia y la apertura del país al exterior con el fin de aumentar su "competitividad". "Las dificultades que atraviesa el país no servirán de pretexto para cerrarnos al mundo", subrayó el nuevo primer ministro de Portugal, quien apostó por poner fin a los "obstáculos" a la iniciativa empresarial y a la innovación.

En este contexto, Passos Coelho propuso "un pacto de confianza" a los portugueses, en el que "todos" tendrán que "aprender a hacer más y mejor con menos". Para ello, aseguró que el primer ejemplo lo dará el Gobierno, favoreciendo un Estado "más pequeño, más ágil y más fuerte" para ver crecer una "sociedad más libre, más autónoma y más próspera" en Portugal.

Para dar muestra de la futura política del Gobierno en la contención del gasto público y de su prometida "transparencia", Passos Coelho afirmó que "todos los contratos público-privados y concesiones serán submetidas al control público y del Tribunal de Cuentas", al tiempo que anunció que, para dar ejemplo de contención del gasto público, no nombrará nuevos gobernadores civiles.

Por último, propuso que dicho "pacto de confianza" se extienda a los agentes internacionales, con quienes dijo que "trabajará conjuntamente" para dar cumplimiento al programa firmado a cambio de 78.000 millones de euros, que pasa por reformas estructurales y un fuerte recorte del gasto público. "Podremos cometer errores en el futuro, pero en lo esencial no fallaremos", subrayó.

La toma de posesión del nuevo Gobierno en el Palacio de Ajuda coincide con una visita de una misión de la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional (FMI) a Lisboa, dos días antes de que el nuevo Ejecutivo se estrene en el Consejo Europeo del próximo 23 y 24 de junio. La primera evaluación de la 'troika' llegará a finales de julio y de ella dependerá que Portugal reciba el segundo tramo del préstamo concedido para los tres próximos años.