La ONU impuso el embargo tras el estallido de una nueva ola de violencia en el país entre antiguos rebeldes de Séléka, una alianza principalmente musulmana que derrocó al presidente François Bozizé en marzo pasado, y milicias cristianas conocidas como 'anti-balaka'. Ambos grupos han cometido atrocidades y han dejado ya cientos de muertos.
En su comunicado, el Consejo de la UE precisa que la prohibición también cubre el suministro de ayuda financiera y técnica, incluido personal armado mercenario. No obstante, se contemplan algunas excepciones como el material destinado para la Misión para la Consolidación de la Paz en RCA (MICOPAX), la misión de apoyo de la Unión Africana al país (MISCA) y a las fuerzas francesas desplegadas allí.
El viernes pasado, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE respaldaron la "crucial" intervención militar francesa con el aval de la ONU en apoyo de las fuerzas africanas para "contribuir a restaurar la seguridad" en República Centroafricana, así como "el compromiso coherente de sus socios africanos para estabilizar la situación".
Asimismo, invitaron a la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común, Catherine Ashton, a que presente "una propuesta" con opciones para una posible contribución europea, incluido una posible misión civil o militar.
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