Las opciones del Brexit: ruptura acordada en mayo o solución de urgencia en abril

  • La UE da dos posibilidades a Londres: o aprueba un plan de 'exit' en el Parlamento para lograr una prórroga, u ofrece otra salida en menos de un mes
Theresa May y Donald Tusk en su reunión privada de este jueves / Eucopresident
Theresa May y Donald Tusk en su reunión privada de este jueves / Eucopresident

Hasta 63 días más. Esa es la prórroga que los 27 del bloque comunitario han acordado conceder a Reino Unido para que salga definitivamente de la Unión Europea el próximo 22 de mayo. Algo que solo se concederá si logran el apoyo del Parlamento británico. La prórroga sería definitiva, de manera que el propio Consejo Europeo reconoce "ninguna más es posible más allá de esta fecha". Es ahí donde entra la otra opción para Theresa May: si no cuenta con el respaldo de los Comunes, tendrá que ofrecer a los Estados otra solución para abandonar la UE antes del 12 de abril. Que estos tendrán que aceptar.

En el primer caso tiene que cumplirse obligatoriamente la condición de la que el presidente del Consejo Europeo informó el pasado miércoles: que el Parlamento Británico acepte el acuerdo de Brexit. Un acuerdo que ya ha rechazado en dos ocasiones, aunque en la segunda ocasión presentaba ciertas variaciones. May tampoco podrá presentar una propuesta muy distinta a los parlamentarios británicos, ya que los 27 han vuelto a dejar claro que no renegociarán lo que ya pactaron con la primera ministra en noviembre de 2018.

Pero el reglamento y las costumbres de la Cámara de los Comunes, como el Reglamento Permanente (Stating Orders en inglés), no permiten que una misma propuesta sea debatida y votada dos veces. Tal y como le recordó el Portavoz de la Cámara, John Bercow, a Theresa May el pasado martes al decirle que "debe ser significativamente diferente" para poder presentarse en el Parlamento. Muchas de las costumbres y reglamento de la cámara no están escritos, si no que se rigen por la costumbre y tradición desde hace siglos.

Ante el escenario de que el Parlamento de Londres tumbe por tercera vez la propuesta del gobierno de Reino Unido, la UE ha optado por la vía de alargar hasta el 12 de abril la salida definitiva. Decae así la prevista del 29 de marzo, que se situó hace más de dos años como fecha del 'exit' completo. 

De esta forma, el Consejo Europeo acuerda por unanimidad acortar en más de un mes la petición de Theresa May de prolongar el Brexit hasta el 30 de junio. Tres meses más de negociaciones ante la falta de apoyos dentro del Parlamento Británico para aprobar un acuerdo de salida que convenga a ambas partes.

La noche en Bruselas ha sido un 'cajón de sastre' de posibles fechas que saltaban a la palestra. Varios funcionarios de las delegaciones comunicaban cuáles de las fechas eran, o no, posibles en función de los intereses y las posibilidades legales que les brindaba la regulación europea. La cual estipula que, si Reino Unido sigue en la Unión Europea hasta el 30 de junio, debe presentarse a las elecciones comunitarias para no quitar la posibilidad de decisión a los ciudadanos británicos. Quienes, técnicamente, siguen siendo parte de la UE. Aunque fuera solo por tres días más.

A falta de ocho días para que terminara el plazo y después de dos años y medio de negociaciones infructuosas, los líderes europeos han discutido esa fecha definitiva, que no sobrepasará los días de las elecciones europeas. Los comicios al Parlamento Europeo se celebran del 23 al 26 de mayo en todos los países del bloque comunitario, de forma que la fecha que proponía la primera ministras de Reino Unido era inviable dentro de las leyes internas europeas, las cuales obligan a los países a presentar sus candidatos.

Una de las posturas más proclives a conceder una prórroga corta era la del presidente del Parlamento Europeo, el italiano Antonio Tajani, quien había comunicado que, a su parecer, la prórroga no debería ser posterior al 18 de abril. Ese día es fecha límite para que cada uno de los países de la UE comuniquen su intención de concurrir a las elecciones comunitarias.

La sensación, tal y como han declarado varios líderes europeos como Donald Tusk o Michel Barnier, es de "cansancio" y "frustración" ante la doble negativa de la Cámara de los Comunes de Londres de aprobar el acuerdo de salida. A pesar de que ambas partes negociadoras han puesto todo lo posible de su parte para llegar a un plan de salida que beneficie, o incluso sea menos dañino, para Reino Unido y Unión Europea.

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