La vida de un estadounidense, en manos de dos familias pakistaníes

  • Raymond Davis, empleado de la embajada estadounidense en Pakistán, está acusado de asesinar a dos ciudadanos paquistaníes. Mañana, la corte que le juzga decidirá si acepta su petición de inmunidad diplomática. Si la justicia pakistaní no lo acepta, las familias de los fallecidos decidirán si perdonar a Davis o condenarle a muerte. Éste es su punto de vista.
Suzanna Koster, Lahore (Pakistán) | GlobalPost

(El siguiente vídeo está en inglés. Puedes leer su transcripción más abajo).

In situ: Lahore, Pakistán:

Viviendo en una pequeña casa en las afueras de la ciudad de Lahore, al este de Pakistán, Shamshad Ali nunca imaginó que su familia llegaría a ser el centro de atención de las relaciones entre Pakistán y EEUU, pero todo esto cambió cuando su hijo de 19 años Mohammad Fahim y su amigo Faizan Haider, de 21 años, fueron supuestamente asesinados en enero por Raymond Davis, un agente de seguridad de la CIA  

Shamshad Ali, el padre de Mohammad Fahim explica "no puedo ser paciente. Muchos intentan calmarme. No puedo vivir con esto. Si lo tuviera delante ahora mismo le dispararía. Lo mataría".

La señora Shamsad, la madre del joven, dice: "Destrozó mi familia. Destrozó mi casa entera. No han dejado nada. Siendo madre es difícil vivir ahora."

Raymond Davis se enfrenta a una acusación por asesinato. El senador estadounidense John Kerry viajó hace poco a Islamabad para discutir el caso. En la capital pakistaní, dijo que los dos hombres intentaban robar a Davis y que entonces disparó en un acto de defensa propia.

Ellos argumentan, en su defensa, que es un empleado de la embajada y como tál deber ser considerado miembro del cuerpo diplomático. Lo único que está claro es que Davis y los dos jóvenes que iban en motocicleta se encontraron en esta calle.

Quiénes vieron el suceso, describen lo que ocurrió. "Murieron aquí", dice uno. "Grabó su escena en la cámara", explica otro. El primero cuenta que "después de grabar el vídeo, hizo una llamada de teléfono y se fue en su coche", "si alguien intenta pararme abriré fuego", dijo mientras marchaba.

Justo después de los disparos un coche de la embajada consular fue a ayudar a Davis. Con este caso se ha levantado un fuerte sentimiento antiestadounidense que es incluso más fuerte que antes. La viuda de uno de los hombres asesinados dijo, antes de suicidarse, que no entendía cómo Davis quedaba en libertad.

Las familias de los asesinados deben decidir ahora cómo responder ante esta situación. De acuerdo con las leyes islámicas pakistaníes, pueden no perdonar a Davis. La otra opción sería pagar a la familia. Si la familia opta por no perdonarle, entonces Davis podría ir a juicio y probablemente ser condenado a pena de muerte.

El gobierno pakistaní todavía debe decidir si concede o no a Davis la condición de inmunidad diplomática. Hacerlo supondría ir contra los sentimientos del gobierno pero llevarlo a juicio supondría que se tensarían todavía más las relaciones con EEUU.

Varios grupos religiosos y políticos están presionando a la familia para que no acepten perdonar a Davis.

Shamshad explica que: "Seguro, estarán enfadados. Mucha gente nos está apoyando desde que desde hace un mes no podemos tomar nuestras propias decisiones y si nosotros lo hacemos, me temo que el mismo público querrá matarnos. Vendrán a por nosotros"

Murad Raas el líder del partido de PakistánTehreek-e-Insaf aconseja a las familias que no perdonen: "Si una persona mata a otra persona y puede irse libre, entonces cualquier otra persona puede pensar que en este país estamos abiertos a que cualquiera piense que puede venir, matar a ciudadanos y después pagar dinero, sin tener ninguna consecuencia por ello".

Para las familias sigue siendo un tormento. "Todavía no hemos considerado la posibilidad de perdonarle. Lo consideraremos más adelante", dice un familiar de una de las víctimas.

Pero aquí, en una casa a unas cuantas millas de distancia, el hermano de uno de los hombres asesinados dice que lo tiene siempre en su mente.

Imram Haider, hermano de Faisan Haider: "¿Qué sentido tiene el perdón? No puedo conseguir que mi hermano regrese".

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