Según el diario independiente "South China Morning Post", Li Maizi, organizadora de protestas en baños públicos de Pekín, Cantón (sur) y Zhengzhou (centro) el pasado mes, no podrá dejar la ciudad hasta mediados de marzo.
Desde hoy y hasta esa fecha se celebran en la capital los plenarios de la Asamblea Nacional Popular (legislativo) y la Conferencia Consultiva Política (órgano asesor estatal), consideradas las reuniones políticas más importantes del año, y que suelen coincidir con un fuerte aumento de las medidas de seguridad.
Ello va acompañado de advertencias o hasta detenciones contra disidentes y activistas para que no salgan de casa ni lleven a cabo protestas en estas semanas "altamente sensibles", pero nadie imaginaba que hasta un movimiento aparentemente tan apolítico como el de "ocupa el WC" también se vería afectado por estas medidas.
Debido a la exigencia policial, Li no podrá viajar a Nankín (este), donde iba a ser entrevistada por una televisión provincial.
El movimiento, que está teniendo gran seguimiento mediático en China, comenzó a mediados de febrero, cuando decenas de mujeres, en su mayoría estudiantes, visitaron lavabos públicos para hombres portando pancartas, reivindicando que no es justo que ellas tengan que esperar, como media, tres veces más tiempo que los hombres para usar los baños públicos.
Por ello, proponen la construcción de más lavabos exclusivos para mujeres, o mayores en tamaño que los de los hombres, algo que en Cantón, una de las ciudades más grandes de China, ya se ha empezado a considerar a través de un proyecto de ley que plantea una proporción de 1/1,5 en los aseos para ellos y ellas.
El movimiento, que al principio también parecía una versión cómica del estadounidense "ocupa Wall Street", ha llegado incluso a extenderse a otros países, y así la prensa de la India informa hoy de que grupos de mujeres tienen previsto lanzar protestas similares a las chinas en la ciudad de Puna (centro oeste).
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