Las extrañas circunstancias de la matanza de Xinjiang

  • Más de 150 personas han fallecido en la lucha entre los uigures y la Policía. China no da más información sobre lo ocurrido y bloquea el acceso a Twitter y parte de Internet.
La región de Xinjiang fue anteriormente una de las partes más importantes de la Ruta de la Seda | Flickr (Reurinkjan)
La región de Xinjiang fue anteriormente una de las partes más importantes de la Ruta de la Seda | Flickr (Reurinkjan)
lainformacion.com
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China vive uno los sucesos más violentos de su historia reciente. Entre el domingo y el lunes murieron al menos 156 personas en Urumqi, una de las ciudades más importantes de la provincia de Xinjiang, la más occidental del gigante asiático. Las muertes han llegado por los choques entre miembros de la etnia uigur con personas del grupo han (el más común en China). La desinformación es grande, ya que se ha cortado el acceso a Twitter y otros servicios informativos de Internet. También se ha impuesto el toque de queda.

Las autoridades aseguran que un millar de personas se concentraron para arrasar todo lo que encontraban a su paso y llevaban palos y cuchillos. Por su parte, los uigures -de religión musulmana- se defienden alegando que la manifestación era pacífica y que la policía abrió fuego contra ellos sin previo aviso.

Región histórica

El aislamiento informativo y las trabas con las que opera la prensa occidental no ayuda a esclarecer el suceso ocurrido en una histórica región que era atravesada durante siglos por la Ruta de la Seda, camino del comercio entre Oriente y Occidente. Xinjiang tiene 1,6 millones de kilómetros cuadrados, aproximadamente el triple que España y su grupo étnico más destacado es el uigur, aunque no alcanza la mitad de la población. Representa una sexta parte de la población de china y es una región rica en recursos naturales.

Las más de 100 muertes no son el primer suceso violento de este remoto territorio chino, aunque sí que es uno de los más trágicos desde la revuelta de Tiananmen en 1989. En agosto del año pasado, 16 policías murieron en un ataque con granadas y cuchillos de dos militantes uigures, que más tarde serían detenidos en la ciudad de Kasgar.

La relación de Estados Unidos con esta situación ha sido ambigua. Aunque bajo la presidencia de George W. Bush no dudó en confinar a varias decenas en la prisión de Guantánamo, el político republicano recibió a la dirigente en el exilio Rebiya Kadir y mostró solidaridad con su causa.

Posteriormente la Admininistración dejó de considera a los uigures detenidos como un peligro y comenzó un extraño proceso de liberación. Como no pueden volver a China por miedo a que sean torturados cuatro fueron enviados recientemente a las islas Bermudas. La Administración Obama eligió un mejor destino para ellos que para los cinco presos de esto grupo étnico que fueron enviados a Albania.

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