Le Monde advierte que la seguridad es una exigencia pero no a cualquier precio

    • Hollande ha presentado en el Parlamento un decreto para ampliar durante tres meses el estado de emergencia.
    • Algunos expertos consideran que es mucho tiempo, pero "la situación es muy grave y hay que asumir que tendrá coste".
Tras los atentados crece para Francia la tentación de imitar la "Patriot Act" de EEUU
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A nuevas amenazas, nuevas leyes. Europa modifica su legislación a medida que cambian las amenazas pero a veces este nuevo ordenamiento se lleva a cabo, con rapidez, sin contar la opinión de expertos y por la vía de la restricción de derechos y libertades que los ciudadanos no están dispuestos a ceder.

"La seguridad es una exigencia, pero no a cualquier precio", con esta idea finalizaba el editorial del diario francés Le Monde que subraya una creciente preocupación entre los franceses que la seguridad implique menos derechos.

En este sentido, para luchar contra la amenaza terrorista, Hollande ha presentado en el Parlamento un decreto para ampliar durante tres meses el estado de emergencia. "Se trata de darnos todos los medios para restablecer todas las libertades", ha explicado para después asegurar que el objetivo es que las fuerzas de seguridad puedan "identificar a los autores."

Hollande ha justificado su decisión de promover una modificación de la Constitución con el argumento de que hay que disponer de "un marco jurídico robusto para afrontar las circunstancias excepcionales" que vive el país.

El catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Barcelona Xavier Arbós, en declaraciones a www.lainformacion.com, considera que "tres meses de estado de emergencia son muchos" pero añade que "la situación es muy grave y hay que asumir que tendrá coste. Es un sacrificio muy grande", reconoce.

El profesor apunta sin embargo que las medidas adoptadas en Francia, en España hubieran sido más difíciles de tomar aunque también recuerda que "en España, hemos tenido un capítulo de terrorismo de ETA, donde los españoles hemos sido capaces de sacrificar su libertad sin suspensión de libertad, aunque se hayan cometido excesos", explica.

En Francia lo tiene claro. Un 84 por ciento estarían dispuesto a renunciar a parte de sus libertades a cambio de mayor seguridad, según una encuesta elaborada para la RTL. Ese mismo sondeo reflejaba que el 98 por ciento de los casi mil encuestados consideraban elevado el riesgo de que se produzcan nuevos atentados terroristas.

El debate está sobre la mesa. Un miembro del PS, Christian Paul, aseguró "que es necesario buscar la eficacia del Estado, pero sin comprometer nuestros principios". Otros políticos de izquierda también se pronunciaron mostrando sus reservas por los cambios anunciados por Hollande, unos cambios que satisfacen tanto a la derecha como al partido de Marine Le Pen. En torno al viejo pulso entre seguridad y libertad, Francia empieza a escribir un nuevo capítulo.

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