Libia ya no existe: está dividida de facto en dos países

  • Con la formación de un gobierno interino, los rebeldes libios marcaron el claro objetivo de sustituir al Ejecutivo de Muamar al Gadafi. En cuatro meses los opositores al régimen han conseguido consolidar un gobierno alternativo en el este del país y reconocido por la comunidad internacional. Mientras, Gadafi continúa dirigiendo a sus tropas desde Trípoli.
En cuatro meses los opositores al régimen han conseguido formar un gobierno en el este del país.
En cuatro meses los opositores al régimen han conseguido formar un gobierno en el este del país.
Reuters
Santiago Zarraga

Un país dividido en dos o un país con dos gobiernos. Desde Trípoli y de manera oficial, Gadafi sigue gobernando un país sumido en el caos. En el extremo este del país, Bengasi: capital rebelde y desde hace más de tres meses, sede del Consejo de Transición Nacional de Libia (CTN) de los rebeldes y opositores al régimen.

El primer objetivo es "liberar a Libia de las manos del tirano Muamar al Gadafi", según las bases del Consejo escritas el día de su creación. En aquel momento, los fundadores del órgano opositor descartaron definirse como Gobierno de transición, algo que podía interpretarse como un deseo de dividir Libia entre este y oeste. Algo que sin embargo ha ocurrido.

A los pocos días de componer el consejo, su presidente propuso a Gadafi una salida negociada. Mohammed Abdul Jalil tomó la decisión sin el consenso de los consejeros. Ante la necesidad de un cambio de líder, el CTN aprovechaba para hacerse un lavado de cara. El Consejo adquiría responsabilidades de Gobierno interino para favorecer también un mayor reconocimiento internacional al movimiento de oposición a Gadafi.

A la cabeza del nuevo Gobierno se encuentra Mohammed Yabril. Su trayectoria en el exterior era la pieza que le faltaba al grupo de transición. Yabril demostró su influencia cuando consiguió que Francia reconociese al Gobierno interino como representante de la voluntad libia. Desde entonces, una veintena de países y organismos internacionales como la UE o la Liga Árabe han reconocido al CTN como único y legítimo representante del pueblo libio.

De Bengasi a Trípoli

"El Consejo de Transición es un cuerpo legislativo, pero necesitamos un cuerpo ejecutivo que tome el control y administre el país", razonaba el portavoz de la oposición, Nisan Gouriani, el día en que se declaro el Gobierno interino.

Aunque la sede del Gobierno provisional se encuentra en Bengasi, desde el CTN no olvidan Trípoli, el lugar donde quieren asentarse cuando todo haya pasado. "Nuestra capital es y siempre será Trípoli", explicaba Gouriani.

De hecho, los contactos con Trípoli parecen haber comenzado ya. A través de Skype y teléfonos vía satélite, los miembros del Consejo mantienen conversaciones con los opositores en la capital del este, dijeron a la BBC el pasado viernes. El fin: preparar la caída del régimen.

"Estamos seguros al cien por cien de que habrá un levantamiento en Trípoli ", explicaba Alamin Belhaj, miembro del CTN.

Pero mientras el aparato político sigue dando pasos. Las hostilidades siguen castigando a los civiles libios. La situación humanitaria es "dramática" en las inmediaciones de Misrata o Trípoli, denuncia el ministro de exteriores italiano, Franco Frattini.

La frontera imaginaria

La frontera entre los territorios controlados por el líder libio y el CTN cambia casi de una semana a otra. En la costa, los enfrentamientos entre ambos bandos se concentran ahora entre Zlitan y Sirte, la ciudad natal de Gadafi.

Sin embargo, tener el control de Misrata es la mayor ventaja estratégica de la zona. Ahora está del lado de los rebeldes, aunque las tropas leales a Gadafi asedian la ciudad desde hace semanas, resisitiendo a los bombardeos de la OTAN.

En el sur del país, menos poblado por la cercanía al desierto, el Ejército libio presiona más que los rebeldes hasta controlar la ciudad de Waddan, a la altura de Sirte.

¿Efectos colaterales?

El miércoles, Roma solicitaba una tregua en el conflicto también un intento de dar un respiro a Lampedusa. La llegada de inmigrantes a la isla mediterránea no cesa. Cada semana, los barcos tocan tierra con cientos de inmigrantes que huyen del conflicto.

Francia se opuso a la medida horas después. Según el Elíseo, un cese de los bombardeos permitiría a Gadafi ganar tiempo y organizarse. El reparto de tropas ...

Los titulares hablan sobre la situación en Misrata, una de las ciudades más castigadas en las últimas semanas. "18 Rebeldes libios muertos por bombardeos y una emboscada gadafista", "5 Rebeldes libios muertos en los combates en Misrata". Las últimas víctimas civiles reconocidas son una mujer y cinco de sus hijos.

Las señales del fin del conflicto son cada vez más, el último signo ha sido del ex embajador de Libia ante la ONU. Abdel Rahman Shalgam ha confirmado las sospechas de la OTAN: Gadafi podría salir de Libia en dos o tres semanas. Y eso que el líder libio ha dicho que pretende permanecer en el país "vivo o muerto".

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