Rechazo total a la "fantasía" de Londres de un acuerdo temporal sobre el Brexit

  • El Reino Unido aspira a establecer una "unión aduanera temporal" que facilite el comercio con la Unión Europea sin demasiados sobrecostes.
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"incoherente", "contradictoria" e incluso "fantasiosa", así han llegado a calificar la propuesta de Theresa May y su ministro para el Brexit de  establecer una "unión aduanera temporal" que facilite el comercio con la Unión Europea (UE) tras abandonar el bloque comunitario

Según un documento que se ha publicado este martes el Gobierno británico, el objetivo de esa opción es mantener, al menos durante un tiempo, una relación especial con la UE que le permita hacer transacciones financieras y comerciales sin tener que pagar aranceles ni un sobrecoste excesivo sobre la situación actual.

El rechazo ha sido total, desde la oposición laborista dirigida por Jeremy Corbyn a el nacionalismo escocés, y por supuesto desde la Unión Europea. 

 "No aporta ninguna guía para las negociaciones (con la UE) ni ninguna certeza para los negocios", ha criticado el ministro en la sombra de Corbyn, Keir Starmer. Para el liberal demócrata Tom Brake, que se ocupa de los temas relacionados con el Brexit, la alternativa ideada por Downing Street "solo retrasará el daño económico que provocará dejar la actual unión aduanera". 

"Estar fuera y dentro de la unión aduanera y tener fronteras invisibles es una fantasía", ha dicho el coordinador del Brexit en la UE, Guy Verhofstadt. La Comisión Europea se ha limitado a decir que estudiará "detenidamente" la propuesta británica, si bien ha anticipado que se trata de un "paso positivo hacia el verdadero inicio de una fase de negociaciones". "El tiempo corre y esto nos permitirá avanzar", ha dicho un portavoz del Ejecutivo comunitario.

Londres comienza esta semana a fijar su posición en temas sensibles de cara a la tercera ronda de negociaciones sobre el Brexit, prevista a finales de agosto, y divulgará asimismo el miércoles un informe sobre posibles soluciones para la frontera entre la República de Irlanda y la región de Irlanda del Norte.

La primera ministra británica, Theresa May, ya avanzó en enero su intención de abandonar la unión aduanera comunitaria, un club que asegura los intercambios sin aranceles entre ambos lados del Canal de la Mancha, pero impide a Londres negociar sus propios acuerdos comerciales con terceros países.Un plan con dos opciones 

El plan del Reino Unido a ese respecto es acordar un "periodo transitorio" de "asociación cercana", en el que el intercambio de bienes sea "lo más libre y sin fricciones posible" y que le permita al mismo tiempo "negociar nuevas y audaces relaciones comerciales en todo el mundo".

El documento que publica hoy el Gobierno británico establece como una de las prioridades de Londres acordar un "periodo de implementación limitado en el tiempo" que permita mantener las aduanas abiertas tras el 29 de marzo de 2019, la fecha en la que previsiblemente el Reino Unido quedará fuera de la UE de forma oficial.

Al abordar los aspectos más técnicos de la futura relación comercial con Bruselas, Londres propone dos posibles modelos para el intercambio de bienes.

La primera opción sería un acuerdo aduanero "simplificado", en el que "el Reino Unido operaría una nueva frontera comercial con la UE" y trataría de "reducir y eliminar barreras al comercio".

La segunda posibilidad que bajara Londres es una nueva "asociación aduanera", distinta a la actual unión aduanera, que "terminaría con la necesidad de una frontera comercial entre el Reino Unido y la Unión Europea".Tiempo para diseñar una relación comercial

Según un comunicado del Ministerio del Brexit, ese escenario otorgará tiempo tanto al Reino Unido como a la Unión Europea para terminar de diseñar una futura relación comercial "lo más fluida posible para los importadores y exportadores".

Tras las dos primeras rondas de diálogo, el negociador jefe de la UE, Michel Barnier, advirtió en julio al Reino Unido de que no se comenzará a negociar la relación comercial "posbrexit" antes de que se hayan aclarado los futuros derechos de los ciudadanos británicos y comunitarios, la naturaleza de la frontera irlandesa y la factura de salida que debe abonar Londres.

El portavoz oficial de May esgrimió sin embargo que "muchas de las cuestiones sobre la salida (de la UE) solo se pueden establecer a la luz de nuestra futura relación".

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