Los cárteles mexicanos estrechan lazos con los delincuentes de EEUU

En cuanto comenzó a amanecer, agentes de la policía irrumpieron en 52 casas a lo largo de California para requisar rifles automáticos, un lanzagranadas y 20 kilos de cocaína, supuestamente introducidos en EEUU por cárteles mexicanos. La cocaína y las armas requisadas durante la operación, que tuvo lugar el mes pasado, estaban en manos de miembros de una banda de moteros californiana.

Los cárteles mexicanos operan desde hace tiempo en EEUU y han estrechado sus lazos con bandas delictivas estadounidenses, a las que utilizan para vender drogas en las calles. Un informe del Centro Nacional de Inteligencia sobre Drogas de EEUU asegura que los cárteles mexicanos ya operan en más de 1.000 ciudades del país, prácticamente todas las grandes zonas urbanas.

Pero esta reciente operación, que culmina una investigación de 18 meses, pone el acento en una de las muchas maneras que han encontrado los cárteles mexicanos para fortalecer sus lazos con las bandas del norte, ampliando su alcance y cambiando las dinámicas del comercio de drogas entre ambos países.

Estos hechos tienen lugar en un momento en el que aumenta el temor de que la despiadada violencia relacionada con la droga en México se puede extender al norte de Río Grande.

Según un nuevo informe de inteligencia, los cárteles mexicanos negocian ahora de manera más directa con las bandas estadounidenses, en lugar de ir a través de intermediarios, como venían haciendo tradicionalmente.

Este cambio se debe a la lógica del mercado. Los cárteles mexicanos, las mayores organizaciones de narcotráfico en el continente, han utilizado su poder y dinero para crecer, comiéndose a los más pequeños. En este nuevo panorama, las bandas callejeras trabajan directamente para las mafias del crimen.

Entre las bandas estadounidenses que trabajan estrechamente con los mexicanos figuran varios grupos latinos como Barrio Azteca, formado en las cárceles de Tecas, y la Mafia Mexicana (o Eme), que está controlada por californianos descendientes de mexicanos.

No obstante, los cárteles también trabajan con bandas afroamericanas e incluso grupos de supremacistas blancos como la Hermandad Aria, señala el informe.

"La posibilidad de ganancia económica está provocando la suspensión de la tradicional división racial e ideológica entre las bandas carcelarias de EEUU, lo que les aporta [a los cárteles mexicanos] maneras expandir su influencia en el tráfico de drogas a EEUU".

Gracias a estos vínculos más estrechos, los grupos mexicanos están logrando que las pandillas callejeras estadounidenses hagan más trabajos para ellos, además de las típicas tareas de vender droga en las esquinas, añade el informe. Los cárteles usan ahora a pandilleros "de la calle y de las cárceles en Texas y California para proteger rutas de contrabando, cobrar deudas, transportar productos ilegales, incluyendo drogas y armas, y ejecutar a traficantes rivales", advierte. Y les pagan con dinero y droga.Temor a que se extienda la violencia

Desde el recrudecimiento de la violencia en México en 2008, los habitantes de los estados fronterizos de EEUU temen que la guerra de las drogas se extienda al norte.

De momento, no ha ocurrido. Las ciudades fronterizas de EEUU son todavía de las más seguras del país. En El Paso, por ejemplo, tan sólo hubo cinco homicidios en 2010, frente a las más de 3.000 muertes que se registraron al otro lado del río, en Ciudad Juárez.

Los policías estadounidenses aseguran que las bandas mexicanas se cuidan de no extender la violencia hacia el norte, porque no quieren atraer más atención sobre su lucrativo negocio. Los cárteles ganan unos 30.000 millones de dólares al año vendiendo mariguana, cocaína, heroína y metanfetaminas a clientes estadounidenses, según cálculos del gobierno.

Hasta ahora, cuando los cárteles han dado golpes en EEUU, la Policía ha respondido con contundencia, con redadas y detenciones seguidas de largas condenas de cárcel.

"Tenemos más coordinación y respaldo que la Policía de México. Si nos amenazan, rápidamente podemos llamar a escena a un helicóptero con agentes con subfusiles o un equipo de especialistas", afirma John Sullivan, teniente del departamento del Sheriff de Los Ángeles e investigador del Centro de Estudios Avanzados sobre Terrorismo.

Según un informe del Centro Nacional de Inteligencia sobre Drogas, las autoridades estadounidenses creen que los cárteles mexicanos continuarán extendiendo su influencia por el norte en los próximos años.

Hace apenas dos semanas, las autoridades capturaron miles de kilos de drogas en Arizona y detuvieron a 76 personas supuestamente vinculadas al poderoso cártel de Sinaloa. La organización había estado introduciendo ilegalmente en EEUU mariguana, heroína y cocaína desde México, y guardándola en casas de Phoenix. Habían ingresado unos 2.000 millones de dólares en los últimos cinco años, según las autoridades.

"La preeminencia de las organizaciones con base en México deriva de una ventaja competitiva basada en varios factores, incluyendo el acceso y control a las rutas de contrabando a lo largo de la frontera del suroeste de EEUU y la capacidad para producir u obtener, transportar y distribuir casi todas las drogas ilegales en EEUU", afirma el informe del Centro Nacional de Inteligencia sobre Drogas. "Es poco probable que estas ventajas cambien de manera significativa a corto plazo, lo que asegura el dominio de los cárteles mexicanos al menos durante los próximos años".