Los chiíes prevén una "venganza divina" contra Arabia Saudí por las ejecuciones

    • La indignación contra contra Arabia Saudí crece entre los musulmanes chiíes de varios países, especialmente en Irán.
    • El líder iraní Jamenei anuncia que la sangre de los disidentes ejecutados caerá sobre el gobierno saudí.
Protestas en Teherán ante la embajada de Arabia Saudí
Protestas en Teherán ante la embajada de Arabia Saudí

Crece la indignación en Oriente Medio tras las 47 últimas ejecuciones llevadas a cabo Arabia Saudí, entre ellas la del clérigo chií Nimr al Nimr.

Las reacciones más vehementes proceden de Irán, país de mayoría chií. El presidente del Parlamento de este país, Ali Lariyani, condenó la ejecuciones y previó un aumento de la inseguridad en la región.

"La actitud salvaje del régimen saudí con Nimr al Nimr y los otros 46 disidentes ha tocado los corazones de todo el mundo", ha declarado Lariyani. "Habrá más inseguridad en la región, no sólo porque una persona ha sido asesinada, sino por las políticas erróneas saudíes, que preocupan a Irak, Siria y Yemen".

El presidente del Parlamento acusó a Estados Unidos de generar este tipo de problemas en Oriente Próximo, que van a poner en riesgo a todo el mundo islámico. "Mostrar honestidad en cuanto a los Derechos Humanos es lo mínimo".Un 'mártir' de los dirigentes saudíes

Más lejos ha ido el líder supremo de Irán, el ayatolá Jamenei: "La mano divina vengará a este mártir de los dirigentes saudíes", ha declarado. "La sangre injustamente derramada tendrá pronto consecuencias".

Jamenei calificó al líder chií ejecutado como un "erudito oprimido, que solo expresó sus críticas de forma abierta, sin conspirar o alentar a nadie a tomar las armas", por lo que asegura que "Dios no perdonará la sangre vertida de este inocente". Previamente, en la red social twitter, publicó un mensaje con una foto de Al Nimr con las etiquetas#JequeNimr, #NimralNimr y #NimrMartirizado, junto a la frase "el despertar no se puede reprimir".

Jamenei también colocó en su web una imagen comparando a Arabia Saudí con el Estado Islámico, porque ejecutan a sus rivales.

El gobierno iraní ya advirtió este sábado que el Gobierno de Riad pagaría "un precio alto" por la ejecución de los disidentes.

Esa misma noche, un grupo de manifestantes atacó e incendió la embajada de Arabia Saudí en Teherán y el consulado de este país en la ciudad iraní de Machhad, al nordeste del país.

Tras lanzar cócteles molotov, los alborotadores consiguieron entrar en el edificio hasta que fueron evacuados por la policía. Hay 40 detenidos por estas algaradas. El fiscal de Teherán Abas Jafari Dolatabadi anunció que continúan investigando "para identificar a los demás responsables de este incidente".

No se descartan nuevos sucesos, pues este domingo está prevista en Teherán una manifestación para protestar por las ejecuciones. Un portavoz del ministerio iraní de Asuntos Exteriores, consciente del estado de "los sentimientos de los iraníes musulmanes" hizo un llamado a la calma y pidió "evitar cualquier reunión frente a los edificios diplomáticos saudíes en Irán". Ha responsabilizado a la policía diplomática de "hacer frente a cualquier tipo de agresión contra los lugares diplomáticos de Arabia Saudí". Advierte que los agentes cumplirán sus obligaciones de mantener el orden público.Más reacciones chiítas

Pero no sólo Irán se ha visto sacudido por las protestas. En Bahréin, la policía se ha visto obligada a usar gases lacrimógenos para dispersar a manifestantes chiítas.

La ciudad santa chiíta de Kerbala, en Irak, ha sido también escenario de protestas llevadas a cabo por cientos de manifestantes. El primer ministro iraquí, Haider al Abadi, reconoció que le había producido "un gran shock" la noticia de la ejecución, y temió por la desestabilización que puede sufrir la zona. Por su parte, un un dirigente del gobernante partido chiíta Dawa exigió el cierre inmediato de la embajada saudita recientemente abierta en Bagdad, y la ejecución de los "terroristas" sauditas encarcelados en el país.

En Yemen, donde Riad dirige una coalición militar contra los rebeldes chiitas, la asociación de teólogos vinculados a la rebelión condenó la ejecución y advirtió de una "aplastante revolución".

El movimiento chiita libanés Hezbolá denunció, por su parte, "un crimen odioso perpetrado sobre la base de falsas acusaciones".

También en Qatif, ciudad saudita de mayoría chihí en el este del país, cientos de hombres y mujeres se manifestaron enarbolando retratos del clérigo ejecutado.Arabia acusa a Irán de no tener vergüenza

Arabia Saudí contraatacó en la escalada verbal calificando a Irán de país "sin vergüeza" por hablar de derechos humanos mientras mientras Teherán ejecuta a otros "sin un marco legal claro". Según el ministerio de Exteriores saudí, el régimen iraní "no debería acusar a otros de apoyar el terrorismo, porque él mismo lo hace".

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