Los disturbios de Milán ensombrecen la imagen de la Italia de Renzi

    • Se trata de un revés para el Gobierno de Matteo Renzi que esperaba que la famosa feria ayudara a mejorarla imagen de Italia tras años de declive económico.
    • Con 10 millones de entradas ya vendidas, las autoridades esperan la asistencia de unos 20 millones de personas, la mitad de ellos extranjeros.

La apertura de la Expo de Milán 2015 este viernes se ha visto ensombrecida por enfrentamientos entre manifestantes y policías, en un revés para el Gobierno de Matteo Renzi que esperaba que la famosa feria ayudara a mejorar la imagen de Italia tras años de declive económico. Densas nubes de humo de coches en llamas han llenado el centro de Milán mientras grupos de personas opuestas a la exposición, con sus rostros cubiertos, lanzaban piedras contra policías antidisturbios que les han respondido con gases lacrimógenos. La confrontación ha tenido lugar horas después de una pomposa ceremonia de apertura, en la que el primer ministro Matteo Renzi ha inaugurado la exhibición de cultura y tecnología de seis meses de duración que en esta edición está enfocada en el tema de la producción sostenible de alimentos. Miles de policías habían sido desplegados para contrarrestar la amenaza de violencia antes del evento, con el que Renzi contaba para reforzar señales frágiles de recuperación económica tras años de estancamiento y recesión.

'Hoy es como si Italia estuviera abrazando al mundo', ha sostenido durante la ceremonia de apertura. 'Todos los expertos que decían 'nunca lo haremos', esta es la respuesta para ustedes. Me gusta pensar que el mañana comienza hoy', ha añadido. En cambio, el elegante centro de Milán se ha transformado en un campo de batalla, con sirenas y explosiones periódicas de bombas cegadoras y de ruido sonando junto a los gritos de los manifestantes.

La Policía ha detenido a varios manifestantes, que han provocado destrozos en escaparates, quemado coches y provocado daños en la infraestructura pública. Con 10 millones de entradas ya vendidas, las autoridades esperan la asistencia de unos 20 millones de personas, la mitad de ellos extranjeros, y estiman ingresos por más de 10.000 millones de euros. El evento ya había sido ensombrecido por una investigación de corrupción por la que varios altos funcionarios fueron arrestados, además de excesos de costos y aplazamientos de construcción que implicaron que grandes partes del complejo no estuvieran listas para el día de apertura. La feria, que sigue a la Expo 2010 de Shanghái, también movilizó a varios manifestantes de izquierda, desde activistas antiglobalización y ecologistas hasta estudiantes y grupos opositores a la austeridad.

En total, más de 140 países participan en la Expo. China, con cada vez más presencia en Italia tras una serie de compras de empresas de alto perfil, está particularmente bien representada

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