Los partos por cesárea se disparan en Venezuela

  • En algunas clínicas privadas de Venezuela el parto por cesárea alcanza el 90 por ciento, mientras que en los hospitales públicos se produce en tres de cada 10 casos. La media de cesáreas en Latinoamérica está en más del 30 por ciento según la Organización Mundial de la Salud; en España la proporción es del 25 por ciento. Ninguno de estos datos es bueno: la OMS establece que estas operaciones en ningún caso deberían superar el 15 por ciento del total. Pero el caso de Venezuela podría ser especialmente preocupante.
La OMS recomienda que los partos por cesárea no superen el 15%
La OMS recomienda que los partos por cesárea no superen el 15%
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Charlie Devereux | GlobalPost

(Caracas, Venezuela).Carolina Vázquez recuerda cómo cuando iba a dar a luz a su hija recorrió de puntillas los pasillos del hospital para intentar evitar a ciertos médicos. Vázquez estaba decidida a parir de forma natural y temía que la obligasen a hacerse una cesárea.

"Mi tocóloga me dijo que corriese, para que no me vieran", recuerda. "Había logrado que ciertos médicos no estuviesen en el paritorio. Siempre digo que el nacimiento de mi hija fue un parto clandestino".

Parir de forma natural (por la vagina) en Venezuela se está convirtiendo cada vez en algo mas difícil, al optar médicos y mujeres por la supuesta seguridad de una cesárea.El índice de cesáreas en algunas clínicas privadas alcanza el 90 por ciento, mientras que en los hospitales públicos venezolanos casi tres de cada 10 mujeres son operadas para dar a luz, según explican varios médicos.

Se trata de una tendencia mundial que ha despertado algunas alarmas. Un reciente estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Asia indica que el número de cesáreas ha alcanzado "proporciones epidémicas" en muchos países, con China a la cabeza al operar de cesárea en un 46 por ciento de los casos.

En España el porcentaje de cesáreas en los partos es del 25,18 por ciento; 22,26 por ciento en los hospitales públicos y 36,44 por ciento en las clínicas privadas, según oficiales datos de 2007. El Ministerio de Sanidad estableció entonces una Estrategia de Atención al Parto Normal para compensar estas cifras, aunque aún se desconocen sus resultados.

La OMS ha establecido un límite en lo que considera que sería una tasa mundial saludable de cesáreas, siendo el mínimo de un 5 por ciento y el máximo del 15 por ciento. No se debe olvidar que la cesárea es una operación que como tal entraña sus riesgos. Según las estimaciones de la OMS un porcentaje mayor del 15 por ciento, en cualquier parte del mundo, indica que se están realizando más cesáreas de las que puedan estar médicamente justificadas.

A la venezolana Carolina Vázquez la experiencia de su parto le impulsó a abrir Aquamater, una de las dos únicas clínicas que hay en Caracas dedicadas a ofrecer a mujeres la opción de un parto natural. La clínica facilita todo lo que necesita una mujer para dar a luz exactamente del modo que ella quiere, incluyendo partos en el agua y asistencia durante todo el proceso. Pero también hay una sala de operaciones por si se necesita hacer una cesárea de emergencia, subraya.

Vázquez se muestra decidida a luchar contra la aparente cultura reinante de cesáreas en Venezuela. Sin embargo, desde que abrió su clínica hace más de una década, el índice de este tipo de intervenciones durante el parto no ha dejado de aumentar sensiblemente.

El doctor Saúl Kizer, tocólogo de la clínica La Arboleda, en el centro de Caracas, asegura que el número de cesáreas ha aumentado un 22 por ciento entre 2000 y 2009 en los dos hospitales privados de los que maneja cifras (las centros pidieron que no se revelasen sus nombres).

Incluso en Aquamater, las cesáreas han aumentado un 45 por ciento desde que el centro ofrece un servicio con tarifas económicas para madres adolescentes, muchas de las cuales acuden allí por su precio más barato y no porque prefieran dar a luz de modo natural.

Vázquez, que es psicóloga, cree que el incremento de cesáreas en Venezuela puede estar relacionado en parte a su margen de rentabilidad. Después de todo, la operación es más rápida que un parto natural (una hora, frente a 10 ó 12 horas), se paga hasta un 50 por ciento más por su realización y permiten a los médicos programar los nacimientos sin sobresaltos, dentro de sus horas laborales habituales.

Eso es lo que ha provocado una especie de táctica represiva de algunos médicosque presionan a madres preocupadas para que se sometan a la cirugía, denuncia Vázquez.Pero Kizer dice que mucha de la presión viene a menudo por parte de las mujeres y de sus familias.

"En las dos últimas décadas ha surgido un nuevo término: cesárea selectiva", dice. "La mujer no tiene ningún problema médico, obstétrico o fetal, pero aún así quiere tener una cesárea".Como jefe de Tocología durante la década de 1980 en la maternidad Concepción Palacios, la mayor de Caracas, Kizer recuerda que la media de cesáreas en esa época rondaba el 10 por ciento de todos los nacimientos.

Entre la opinión pública venezolana está extendida la idea de que las cesáreas son más seguras, y existe cierto temor a parir de forma natural. Pero un informe de la OMS realizado en 2005 en 14 países de África y América Latina (similar al reciente estudio citado en Asia) demuestra prácticamente lo contrario: a mayor tasa de cesáreas, mayor mortalidad infantil."Estos descubrimientos demuestran que las altas tasas de cesárea no indican necesariamente un mejor cuidado perinatal y, en cambio, pueden representar prácticas dañinas que conducen a resultados pobres en la salud maternal y de los recién nacidos", concluye el informe.

Según ese estudio, que incluyó países como México, Paraguay o Argentina pero no Venezuela, la media de cesáreas en Latinoamérica está en el 33 por ciento, sólo dos puntos por detrás de la también alta tasa de Estados Unidos.

Pero incluso algunos médicos que defienden el parto natural advierten sobre los peligros de una reacción social en contra de las cesáreas. "En realidad las cesáreas salvan muchas vidas; no son algo malvado", afirma el doctor Rodolfo Gómez, director ejecutivo de la International MotherBaby Childbirth Organization. "Pero la cesárea se debe reservar para los casos en los que la vida de la madre o la vida del bebé estén en peligro".

La tendencia hacia el aumento de las cesáreas parece difícil de cambiar, pero es una cultura que muchas mujeres quieren combatir. Xiomara Barreto, trabajadora social de Macuto, una ciudad costera cercana al aeropuerto de Caracas, ha convencido al Ayuntamiento para que financie una área para partos naturales en el hospital estatal.

Pese a que las instalaciones se inauguraron en diciembre del año pasado, por ahora sólo dos mujeres han dado a luz allí, debido a disputas por el pago del salario del personal médico con las autoridades municipales.

Barreto dice que han podido dar clases de preparación al parto a las embarazadas y que algunas de ellas amenazaron con parir en la calle si el alcalde no contrataba personal sanitario para gestionar la clínica. "El alcalde dijo que los médicos no vendrían porque preferían los sueldos de los hospitales privados", asegura. "Por supuesto que van a ir a otra parte si no se les paga un sueldo decente".

*(Noticia editada por lainformacion.com para adaptarla al público español).

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