Los portugueses creen que 'nada va a cambiar' a pesar del nuevo Gobierno

  • La alegría de los conservadores del PSD portugués de Pedro Passos-Coelho tras ganar las elecciones no se refleja en las caras de numerosos portugueses. Y no porque prefirieran a Sócrates u otro candidato, sino porque creen que con el rescate de Portugal tanto da tener a un jefe de Gobierno que a otro.

El pesimismo parece adueñarse de unos ciudadanos que en muchos casos renunciaron a votar ayer. La respuesta a esa abstención del por 41,1 por ciento está hoy en las calles lusas.

'No va a cambiar nada', afirma José, empleado municipal en Braga, al norte del país. 'La derecha ha ganado, pero si hubiera ganado la izquierda no habría sido diferente. Preveo un futuro muy malo para los jóvenes, porque nosotros [los mayores] ya tenemos nuestra vida hecha'.

Sergio ha trabajado una vida entera como topógrafo y desde hace unos años está jubilado. Él y María, 50 años, profesora de matemáticas, están de acuerdo en que no hay ninguna solución: 'Porque los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional [y la Unión Europea] ya están hechos y nadie puede cambiarlos. La situación es muy mala y va ser aún peor'.

Esos acuerdos de los que hablan se refieren al rescate de Portugal de 78.000 millones de euros para los próximos tres años. A cambio Portugal tiene que reducir su déficit al 3% para 2013 aplicando serios ajustes económicos.

Alberto era jardinero en una empresa privada de Oporto, pero hace seis meses que su contrato se acabó. Ahora pasa su tiempo en la Plaza de la Batalla, donde se reúnen los 'indignados' de esta ciudad y donde los sábados los pobres y sin techo se ponen a la cola -cada vez más larga- para obtener comida gratis ofrecida por el Banco de Alimentos. 'Vamos a empeorar', dice. 'Ya estamos en la miseria y con Passos Coelho la miseria va ser aún mayor. ¿Por qué no hacen nada por los portugueses? Nos están quitando todo', se queja.

'¿El futuro? ¡Va ser peor!', lamenta Gregorio, 55, que fue cocinero emigrante en Suiza y Alemania tiempo atrás. 'Votar no voto. La abstención también es una voz y yo no voto. ¿Por qué tendría que votar? De todas maneras, cualquiera que sea el gobierno, tiene que cumplir con el acuerdo cerrado con el FMI. Ya falta trabajo, las empresas ya están cerrando y todos los precios que van a subir. A nosotros sólo nos toca pagar, pero el hecho es que los portugueses tienen cada vez menos dinero y no pueden pagar más'.

Quirinho, inmigrante de Guinea-Bissau, es técnico farmacéutico pero casi siempre trabajó como obrero de construcción. Vive en Portugal desde hace treinta años y ahora está en el paro desde hace varios meses. 'Cuando vine aquí, Portugal era una tierra de oportunidades. Ahora no hay trabajo ni ayuda para la gente. Se ve que aumentan la violencia y el racismo. Las cosas sólo van a empeorar'.

Según Deidré, académica sudafricana casada en Portugal, el país 'esta caminando en la mala dirección. Estamos viviendo una tragicomedia. La vida va ser cada día mas difícil para todos'.

'Yo no tengo ninguna confianza en los políticos. Son todos iguales', protesta Bruno, camarero de Coimbra, 24 años. 'Passos Coelho criticó a Sócrates por la deuda con el FMI sólo para ganar las elecciones y ahora hará exactamente las mismas cosas. No hay partidos de derecha y de izquierda, sino sólo partidos de conveniencia'.

'Este juego limitado a dos partidos es algo de frustrante', dice Filipe, 20, estudiante de arquitectura. 'Es votar a uno de los dos por que votar a algo fuera de esta 'política centrista' nunca tendrá un efecto realmente útil sino siempre y sólo protesta. La población estaba cansada del actual primer ministro y desde luego quería cambiar. ¿Pero qué cambio va ser esto? La situación va a verse aún más agravada con la intervención del FMI que tiene una política de recorte sin entender que en algunos sectores nunca se puede recortar. Los consideran sectores irrelevantes pero son la base de un país'.

Pero naturalmente también hay votantes que estaban claramente del lado de uno u otro candidato. 'Hemos elegido como primero ministro a un hombre [Passos Coelho] que no ha hecho nada en la vida', dice Paquinho. 'Al final conseguimos liberarnos de Sócrates. ¡Viva Portugal!', responde José.

'Nos hemos liberado de Sócrates', ironiza Marado, desde Villa Nova de Gaia. 'Le doy seis meses y la mayoría de los portugueses va a querer liberarse de Passos Coelho también!'

Bruno Picozzi, Oporto (Portugal)
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