Los republicanos se hacen con el control del Senado en Estados Unidos con mejores resultados de los previstos

    • Históricamente el partido en la Casa Blanca experimenta un retroceso en las llamadas "midterm", pero los resultados de ayer fueron especialmente severos, recordando los de Bill Clinton en 1994 y Richard Nixon en 1974.
    • Los republicanos, que llevaban en minoría en el Senado desde 2008, lograron asimismo no perder ningún escaño.
Gasto para elecciones en EEUU suma 3.670 millones de dólares, según un estudio
Gasto para elecciones en EEUU suma 3.670 millones de dólares, según un estudio

No se equivocaron las encuestas. Preveían una clara victoria de los republicanos en las elecciones legislativas de ayer en Estados Unidos, en las que se renovaba la totalidad de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado. En la primera, ampliaron su mayoría en 12 escaños, llegando a los 238 (frente a los 162 de los demócratas), y en el segundo lograron 7 senadores nuevos, haciéndose con el control de la Cámara Alta al alzarse con 52 asientos frente a 44 de los demócratas y uno independiente. Los republicanos consiguen así el control total del Congreso, situación que, en cierto modo, anula en cierto modo los dos años restantes de la presidencia de Obama. En adelante el presidente se verá en la disyuntiva de frenar al órgano legislativo mediante la siempre impopular figura del veto y de gobernar a golpe de orden ejecutiva.

Históricamente el partido en la Casa Blanca experimenta un retroceso en las llamadas "midterm", pero los resultados de ayer fueron especialmente severos para los demócratas, recordando a derrotas como la de Bill Clinton en 1994 y Richard Nixon en 1974. La noche comenzó bien para los republicanos, especialmente para Mitch McConnell, líder de la hasta ayer minoría en el Senado y a quien le tocaba revalidar su escaño por Kentucky. Poco a poco, según avanzaba el conteo, fueron ganando escaños en Arkansas, Colorado, Montana, Dakota del Sur y Virginia Occidental. Carolina del Norte, que registró récord de participación, fue el estado número 6 en cambiar de signo, la tan buscada cifra que les daba la mitad más uno en la Cámara. Comenzaba la fiesta electoral.

Más tarde llegaría el recuento final de Iowa, que vendría a ampliar esta nueva mayoría, que todavía puede ser incluso más holgada: por el momento gana en el conteo en Alaska el republicano Dan Sullivan.

Los republicanos, que llevaban en minoría en el Senado desde 2008, lograron asimismo no perder ningún escaño. Mantuvieron el de Kansas, que se les había complicado enormemente. También retuvieron el de Georgia. Asimismo, Lindsey Graham–gran valedor entre los republicanos de la reforma migratoria- fue reelegido en Carolina del Sur.

En Louisiana finalmente el voto conservador, fragmentado entre el candidato que apoyaba el aparato del partido (Bill Cassidy) y uno respaldado por el Tea Party (Rob Maness) impidió al primero superar la barrera del 50% de los sufragios que la normativa estatal requiere para proclamarse vencedor, abocando al proceso electoral a una segunda vuelta con la demócrata Mary Landrieu, elección que tendrá lugar el próximo 6 de diciembre.

La nota amarga fue para Scott Brown, derrotado en New Hampshire por la demócrata Jeanne Shaheen. Brown, quien ganó en 2010 el escaño que dejó vacante Edward Kennedy en una elección especial, no logró mantener el asiento frente a Elizabeth Warren, y ahora necesitaba esta victoria para consolidar sus posibles aspiraciones presidenciales para 2016. Asimismo, a duras penas lograron los demócratas mantener el escaño de Virginia, en un resultado que de forma inesperada resultó muy ajustado.

Los republicanos también ampliaron su mayoría en la Cámara de Representantes, añadiendo a su cuenta escaños en Georgia, Iowa, Texas, Utah, Florida, Carolina del Norte, New Hampshire, Nueva York, Virginia Occidental e Illinois. Los demócratas únicamente arrebataron un escaño a sus rivales, el del distrito número 2 del "estado soleado" (Florida).

En cuanto a las gubernaturas, cambiaron de signo hacia los republicanos Arkansas, Illinois y Massachusetts. También la de Maryland, en una de las sorpresas de la noche. El estado vecino de Washington DC, donde residen muchos de sus trabajadores, es fuertemente "azul", y el hasta ahora gobernador, Martin O'Malley (que no se presentaba a la reelección), es un posible presidenciable para 2016.

Los demócratas únicamente ganaron para sí Pennsylvania. En Texas, Greg Abbot, otro republicano, será el encargado de sustituir a Rick Perry, frustrando las aspiraciones de Wendy Davis y de los demócratas, que confiaban en poder ganar este importante bastión, informa el New York Times. El republicano Rick Scott fue reelegido en Florida, al igual que su compañero de partido por Wisconsin Scott Walker, favorito del Tea Party. Por parte de los demócratas, destacar la revalidación de Andrew Cuomo en el estado de Nueva York y de la hispana Susana Martínez en Nuevo México.

Más allá de los candidatos, en numerosos lugares se votaban propuestas a nivel estatal de distinto cariz, cuyos resultados se irán conociendo en las próximas horas. En total, cerca de 140, de temas bien distintos. Desde la legalización de la marihuana en Oregón (aprobada) y Alaska, así como su despenalización en el Distrito de Columbia (aprobada), hasta una propuesta en Colorado para que el no nacido pase a ser considerado como persona legal. El aumento del salario mínimo fue otro de los temas recurrentes en varios estados, así como una mayor permisividad hacia las armas en Alabama.

En cualquier caso, a pesar de los buenos resultados electorales para los republicanos, muchos votantes disgustados por la marcha de la economía y del país no les han votado necesariamente como castigo a las políticas de Obama, según revelaron ciudadanos a pie de urna. Y si algo expresaron claramente ayer los estadounidenses fue su hartazgo de la clase política de Washington; según la CBS, el 74% de los estadounidenses desaprueba la gestión del Congreso.

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